El Centro vacío. La peatonalización que te excluye
por Gabriel Luna
De peatones, vecinos, turistas, comerciantes, restricción, políticos, urbanistas, empresarios, historia y movimiento, coches, estacionamientos, garajes, colectivos, polución, ecología, bicicletas, subtes, taxis, calles cerradas, pozos, grietas, desolación, basura, mugre, inseguridad, tarifas altas, desalojos, casas tapiadas, gentrificación, veredas rotas, homeless, torres y negocios inmobiliarios.
Historia y características
¿Qué es El Centro? El Centro de la ciudad de Buenos Aires es el barrio San Nicolás, un lugar con cinco siglos de historia y fuerte identidad cultural. ¿Dónde queda? Está comprendido entre las avenidas Rivadavia, Callao, Córdoba, Madero, es un rectángulo con dos ejes internos: las avenidas Corrientes y 9 de Julio, que se cortan en el Obelisco. El Centro es considerado movimiento y origen. En este lugar vivieron los fundadores de la Ciudad. Y salvo por el ensanche de las avenidas, la construcción de la 9 de Julio y dos diagonales, el tablero de calles es el mismo que imaginó Garay. Por estas mismas calles caminaron nuestros próceres, los soldados, los solidarios, los periodistas, los revolucionarios y también los cipayos. Ejemplo. Moreno y Mitre (revolucionario y cipayo, respectivamente) nacieron y vivieron en San Nicolás.
El barrio fue palaciego y conventillero, asentamiento de familias patricias y cuna de inmigrantes. Fue puerto y residencia, centro comercial y financiero, hábitat cultural y político. Hoy, el sector entre la 9 de Julio y avenida Madero -donde hay más concentración de bancos y torres vidriadas- se llama Microcentro. Otro sector, entre la 9 de Julio y la calle Montevideo, se llama Tribunales -porque hay concentración de juzgados y estudios jurídicos-. Pero además de los bancos y los juzgados, El Centro tiene su impronta social, artística y de encuentro a través del eje trasversal de la calle Corrientes, con sus cines, librerías, teatros, cafés y muy importantes centros culturales. Pero sobre todo, El Centro tiene una fuerte presencia comercial en todos los sectores. Hay comercios de toda clase y de rubros muy específicos, ordenados históricamente por calles, como si el barrio fuera un enorme mercado de 190 manzanas.[i] Por ejemplo. Paraná es la calle de los artefactos eléctricos, transformadores y equipos de audio. Talcahuano, la calle de los instrumentos musicales. Uruguay, la calle del acrílico. Sarmiento, la calle de los muebles de oficina. Florida, la calle de la moda. Libertad, la calle de las joyerías. Corrientes, la calle de las librerías y pizzerías. Hay cuadras donde se consiguen artículos electrónicos, otras donde se consigue ropa, comida, otras donde hay agencias de viajes, farmacias, droguerías, imprentas. Prácticamente, casi todo de lo que el país produce o importa puede conseguirse en El Centro. “Si no está en El Centro, el país no lo tiene”, solía y suele decirse.
Peatonalizar el comercio
La Ley del Área Ambiental Buenos Aires Centro, impulsada por el PRO y aprobada el último 15 de diciembre en la Legislatura por 29 votos contra 26 y 2 abstenciones, parece desatender la historia y características del Centro. La Ley prohíbe la circulación general de vehículos motorizados los días hábiles en prácticamente todo el Centro. Más allá de perjudicar inmediatamente a múltiples garajistas y concesionarios de playas de estacionamiento, la medida traerá aparejados cambios profundos en la economía y costumbres de los vecinos de la Ciudad y alrededores.
Habida cuenta de las decenas de miles de vehículos por día que no podrán ingresar al Centro, la Ley provocará en el corto o mediano plazo el desmantelamiento y la destrucción del enorme mercado tendido en las 190 manzanas. Además de la recesión y el aumento de tarifas -debido a políticas del Gobierno nacional-, los comerciantes tendrán que soportar la falta de clientes. Porque en muchos casos es el ingreso de vehículos particulares, que vienen de otros barrios o de la provincia, lo que hace posible las ventas. La enorme red de comercios no se mantiene solamente con el consumo de los habitantes del Centro.
Ejemplo. Electro Tucumán es un comercio tradicional, con varios locales en la calle Sarmiento al 1300, dedicado a la venta de materiales eléctricos para el hogar, la construcción y la industria. Electro Tucumán ofrece estacionamiento. Uno de sus clientes, técnico electricista, explica a Periódico VAS: “Yo en la camioneta cargo entre 200 y 300 kilos de herramientas y materiales, así voy de un lugar a otro, trabajo así. ¿Me van a decir Macri y Larreta cómo hacer las cosas?” (Probablemente no, piensa este cronista, pero tampoco te van a dejar trabajar en El Centro). La restricción será en una primera etapa de 11 a 16 hs. y después de 9 a 18 hs. Los proveedores podrán con ciertas molestias ajustarse a esos horarios, pero los clientes no. Habrá muchos menos. “El modelo de ciudad que tiene el Gobierno es Ámsterdam”, dice otro cliente, “¿no comprendo qué tiene que ver con nosotros? Ámsterdam es una ciudad bastante más chica cruzada por canales y con más gente que anda en bicicleta. ¡Pero es otra gente, tienen otra historia, otra cultura!”. Se ríe el técnico electricista de la camioneta. “En cualquier momento veremos pasar a los holandeses llevando caños, herramientas, rollos de cable, y equipos de aire acondicionado en bicicleta”, dice. “Te puede gustar mucho una ciudad extranjera”, continúa el otro cliente, “pero de ahí a usarla como modelo para modificar la tuya… sin considerar lo que necesita y quiere tu gente, sin consultar… ¡es como el capricho de un chico!”. Y tal vez suceda por el capricho de unos chicos con grandes ambiciones de poder que Electro Tucumán, una empresa con larga historia, prestigio y 90 empleados, deba cerrar, reducir personal o irse a otro lado.
Ejemplo. Farber es una empresa familiar ubicada en la calle Sarmiento al 1400, dedicada a la venta de muebles de oficina que cumple 76 años en el barrio. La empresa tiene dos locales amplios funcionando en la cuadra y un tercero, también en la cuadra, “que proyectábamos abrir este año, pero debido a la Ley lo hemos dejado en suspenso”, explica la dueña Marta Farber a Periódico VAS. ¿Cómo les afecta la restricción vehicular? “De dos formas: en la disminución de las ventas porque pasará menos gente, y en que tendremos que implementar un doble turno para cumplir con las entregas respetando los horarios de la restricción”. “Tampoco el transporte público acompaña la medida”, dice Javier Farber (32), hijo de Marta y licenciado en administración de empresas. “Hoy ya no se puede subir al Subte B a las ocho de la mañana porque viajás a presión, estampado contra el vidrio. ¡Imaginate con la restricción!…” (La gente, a menos que trabaje acá o tenga algo muy importante que hacer, dejará de venir, piensa este cronista). “Imagínate también las obras de la peatonalización en veredas y calzadas, ya hicieron varias en el Microcentro, sabemos cómo son. (Por más de un año, habrá cuadras enteras valladas, de tierra, incómodas, con máquinas excavadoras, palas mecánicas, ruido, polvo y acceso totalmente restringido para el transporte). “¡Es muy difícil bancar eso desde un negocio! No se han evaluado las consecuencias de la medida. Tampoco se nos ha consultado, pero estamos acá bancando. Estamos como encerrados”. ¿Y cuál es la salida?, pregunta Periódico VAS. “Un cambio de gobierno”, dice Javier Farber.
Además de Farber, solamente en las cuatro veredas de Sarmiento al 1300 y 1400 hay varias empresas de muebles de oficina: Tisera (con tres locales), Megamuebles, Decor Ofice, Rodríguez e hijo (con tres locales), Groisman, Dimensión 2000, BPN Argentina. Además de Electro Tucumán (con tres locales), hay dos comercios de instrumentos musicales, dos de artículos eléctricos y electrónicos, una farmacia, dos restaurantes, una biblioteca, dos casas de iluminación y sonido, una casa de estanterías, más dos garajes y un estacionamiento afectados inmediatamente por la medida.
En suma, hay en sólo cuatro veredas 23 comercios afectados inmediatamente o en el corto o mediano plazo por la medida. Son 23 empresas que proveen 178 puestos de trabajo (sólo Electro Tucumán provee 90). La proyección de estos datos en las 190 manzanas del Centro es alarmante. Las obras de peatonalización y la restricción vehicular afectarán y pondrán en riesgo a 4.370 comercios y a 33.820 puestos de trabajo.
Ante la medida inconsulta, los comerciantes de la zona han lanzado una campaña de afiches con la cara del jefe de gobierno Larreta tachada, que da cuenta del peligro, explica y toma posición.
Vecinos sin coches
La Ley del Área Ambiental que prohíbe la circulación de vehículos los días hábiles en El Centro, desatiende y pone en riesgo -como se ha visto- la economía de miles de trabajadores. Pero tampoco atiende las necesidades y costumbres de los vecinos. La Ley considera tres categorías de circulación y ordena crear el Registro Área Ambiental Buenos Aires Centro (REBAC), para el otorgamiento, renovación, denegación, y suspensión de los permisos de ingreso a dicha área. La Ley impone un permiso de ingreso oneroso, que rige para los propietarios o locatarios mensuales de cocheras, los remises no registrados en la Ciudad, los vehículos de servicio de transporte para el turismo, los hoteles que cuenten con cocheras o dársenas de ascenso o descenso, para los padres, tutores o encargados de niños que acrediten la concurrencia a una escuela pública o privada. Y la Ley otorga una exención de pago del permiso a los vehículos de empresas de servicios públicos debidamente identificables, los vehículos autorizados para prestar el servicio de transporte escolar, a los motovehículos que realicen servicio de mensajería urbana o reparto a domicilio de sustancias alimenticias, a los remises registrados en la Ciudad, a los vehículos para transporte postal o valores bancarios, a los vehículos de transportes blindados y compensación de fondos bancarios, a los servicios fúnebres, a los vehículos de distribución de diarios, los camiones transportadores de hormigón elaborado, las unidades de auxilio mecánico de automotores y a los equipos móviles de exteriores de radio y televisión. Por último, la Ley exceptúa de la norma a los vehículos de emergencia, a los servicios de transporte público de pasajeros de carácter urbano y suburbano, y a los taxis.
Esto indica que la Ley no considera explícitamente en ninguna de las tres categorías a los vecinos domiciliados en el área que tienen coche y el derecho a salir y llegar hasta su casa. Parece referirse a ellos sólo cuando habla de los propietarios o locadores de cocheras que deberán pagar un permiso para circular, que en este caso sería para salir y llegar hasta sus casas. Pero no distingue entre los propietarios o locadores que van a trabajar o a pasear al Centro y los que viven en él. ¿La Ley es para vecinos sin coches? ¿O está pensada para un Centro donde no vivan vecinos? Hay inscriptos en el padrón electoral del barrio San Nicolás alrededor de 30.000 personas, que pueden votar y eventualmente tener un coche. Sin embargo no se los considera en la Ley, sólo a quienes tengan cocheras, vivan o no en el barrio. Además hay vecinos que viven en el área y tienen coches pero no cocheras. Otra cuestión de fondo: ¿Por qué una ley ambientalista hace énfasis en la recaudación? Si se otorgan permisos de circulación, se otorgan porque son necesarios, ¿por qué éstos deben ser onerosos? A idénticas necesidades, ¿quién pague tendrá permiso para contaminar? Otra cuestión es la arbitrariedad e imprecisión en la adjudicación de los permisos; dice la Ley: “El Registro Área Ambiental Buenos Aires Centro (REBAC), tendrá a su cargo el otorgamiento, renovación, denegación, suspensión y canje de los permisos (…) Y el REBAC determinará la cantidad de permisos a otorgarse conforme los criterios de oportunidad, mérito y conveniencia, en función de la capacidad vehicular de las calles y de los usos”. La invitación al cohecho resulta evidente.
Ecología y turismo o gentrificación y negocios inmobiliarios
¿Por qué el Gobierno impulsa esta Ley? El Gobierno manifiesta que mejorará la calidad de vida de dos millones de personas y pone de ejemplo a las ciudades europeas. Ámsterdam, Copenhague, Roma, etc. En estas ciudades, de menor extensión que Buenos Aires pero con centros históricos más grandes, lo que se ha hecho es restringir el tránsito vehicular en sus centros. Pero la polución sigue presente en los alrededores y tienen autopistas congestionadas. Por otro lado, el tránsito en bicicleta o a pie, impuesto a rajatabla por el urbanista Jan Gehl en Copenhague, no siempre es posible en otras ciudades. Hay que considerar las distancias, los tiempos empleados, las condiciones de los caminos y veredas, la seguridad, características culturales de la población, y también condiciones físicas. En Buenos Aires el porcentaje de gente que va a trabajar en bicicleta no alcanza al 1,5 %, es decir, tres de cada doscientos. Por otro lado, el transporte público -como decía Javier Farber respecto al Subte- deja mucho que desear.
¿Habrá que tomar de modelo a las ciudades europeas?, como dice el Gobierno provocando imágenes de lugares apacibles y bien cuidados. En realidad, lo que ha ocurrido en los centros de las ciudades europeas se llama gentrificación. Que significa lo siguiente: Al descubrir un área de interés, se desaloja o desplaza a sus habitantes reemplazándolos por otros con mayor poder de consumo.
Ejemplo. En el Centro de Roma, que tiene un extenso patrimonio histórico, viven muy pocos romanos. En vez de romanos hay una gran población flotante de turistas. Los palacios, caserones y departamentos se han convertido en hoteles y los locales en restaurantes gourmets, heladerías, pizzerías, y casas de modas de grandes marcas. El tránsito vehicular a combustión está restringido. El ambiente es apacible, bien vigilado, con plazas, fuentes, calzadas y veredas impecables; y los turistas caminan por todos lados consumiendo y admirando monumentos. Pero el romano de ingresos medios ya no puede vivir allí, le resultaría carísimo y además no encontraría muchas de las cosas que necesita (no encontrará un garage, una casa de electricidad o una mueblería) porque todo está pensado y armado en función del turista. Tampoco hará -aunque trabaje allí- relaciones vecinales con la población flotante. El lugar ya es ajeno.
Surge inmediatamente de la experiencia europea, tomada como modelo, y de los datos locales vertidos, que el dicho del Gobierno de “mejorar la calidad de vida de dos millones de personas” implementando la peatonalización del Centro, es puro cuento. Lo segundo que surge es que Buenos Aires nunca podrá convertirse en un polo turístico al estilo europeo, como proponen Macri y Larreta. ¿Por qué no? Sencillo. Europa tiene una población de 750 millones, rutas y redes ferroviarias estupendas, diversidad y cantidad de centros turísticos, y distancias aéreas cortas en relación a las nuestras. Esto hace una enorme diferencia entre la afluencia turística en las ciudades europeas y Buenos Aires. Para ponerlo en números (según datos de Forbes), Ámsterdam recibió en 2016 a 8 millones de turistas, Roma a 7,2 millones y Buenos Aires a 2 millones. Estas cifras no se van a equiparar peatonalizando El Centro. Sería ingenuo pensarlo.
¿La propuesta del Gobierno resulta como el capricho de un chico?, según decía un cliente de Electro Tucumán. ¿Será el Gobierno como un turista fascinado que quiere replicar en Buenos Aires el esplendor de los centros europeos, sin advertir las condiciones económicas que los sostienen? No creo. Éste es un gobierno de empresarios. Imposible que no hayan advertido las diferencias económicas. Apelan a la fascinación del turista para convencer a los vecinos de las medidas.
¿Cuál es el verdadero modelo del Gobierno para El Centro porteño? No lo sé. Tal vez el propio Gobierno lo ignore. Lo que sí está claro -y esto tenemos en común con las ciudades europeas-, es la gentrificación. Resulta clara en la Ley del Área Ambiental Buenos Aires Centro y en sus consecuencias. Hay un proceso de gentrificación en curso, que consiste en la restricción vehicular sin considerar al vecino, en el abandono de las calles: basurales, veredas rotas o inexistentes, falta de vigilancia, que desalientan el arraigo, y la devastación de los comercios (como ya se ha visto), por consecuencia de la Ley y de las obras de peatonalización. Todo esto apunta a bajar el precio de la tierra. El negocio inmobiliario consistirá en comprar a precio vil -empezando por los garajes y playas de estacionamiento (son alrededor de 500)- para demoler, construir o refaccionar y dar al lugar un atractivo o interés para otros habitantes con mayor poder de consumo.
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[i] Esta cifra surge de descontar a las 240 ha. de superficie total del barrio San Nicolás unas 50 ha. de avenidas, calles y plazas. El resultado da las 190 ha. o manzanas efectivas.
Excelente nota! Soy un damnificado por la medida . Solo con ver lo que es el microcentro hoy despues de las 20 hs nos da una idea del futuro que nos estan preparado el GCBA. Por suerte hay elecciones antes de que se aplique la medida (abril 2018). 10 años con el mismo partido gobernante no le hace bien a nadie.
Saludos cordiales.
S
Se me queda grabada en la memoria la frase «es como el capricho de un chico!!!»….
En el año 1976..se empezó con este proyecto ..así que es un plan de 41 años ..ya sufrí lo que es tener un micro centro…autoritario….
Demostremos nuestro descontento en las proximas elecciones.
Soy otro daminificado x este proyecto que nunca nos consultaron y prohibe como en las epocas de los militares sin dejar que el ciudadano decida si quiere usar el auto para ingresar o no, sin dejar de tener muy en cuenta que en nuestra ciudad a diferencia de otras ciudades del mundo , no hay transporte publico adecuado para la cantidad de vecinos que van a quear de a pie.
La nota describe perfectamente lo que pasó y lo que está pasando. No se está transformando el area en una zona de viviendas, se está generando un exodo, hay locales y oficinas vacias por todos lados.
Cuando uno le menciona esto a alguien del gobierno, ellos te dicen que el centro está bárbaro porque hicieron un estudio en dos cuadras de la calle reconquista, que está llena de bares por Catalinas no por ser peatonal. Por otra parte al realizar las obras para la “prioridad peaton” eliminaron todas las dársenas para personas con discapacidad y de hace imposible la carga y descarga para abastecer locales.
Eso si, macetas hay por todos lados.
S.