Estrategias…
Para las Madres no fue fácil comunicarse en los tiempos del terrorismo de Estado. Pero, usaron la sabiduría de lo cotidiano para romper el cerco comunicacional. Mirta Baravalle, miembro de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, relata: “Primero comencé la búsqueda de mi hija en soledad. Más tarde me di cuenta de que había otras madres. Todas estábamos en la misma situación, íbamos a la Casa Rosada para que nos dijeran dónde estaban detenidos nuestros hijos. A todas nos negaban la información. Cada vez que una de nosotras lograba hablar con algún funcionario, las demás madres se acercaban para preguntar. Así nos fuimos reuniendo. En un momento llegamos a ser cinco o seis madres esperando alrededor de la Plaza, sentadas en algún banco o caminando como al descuido. Una tarde, acordamos que sí alguna lo veía salir a Harguindeguy, haría seña a las demás para que nos acercásemos. Tres madres se quedaron vigilando desde la Plaza, y tres nos sentamos en las escalinatas del Banco Nación. No hablábamos porque aparentábamos no conocernos. En el primer aniversario del Golpe de Estado, Azucena Villaflor propuso que fuéramos todas juntas a la Plaza. Lo hicimos el 30 de abril, éramos catorce madres, la primera en llegar fue Pepa Noia. Pero un sábado no era un buen día para reunirse, no había gente en la Plaza y apenas los militares nos vieron, se cruzaron y nos sacaron. Decidimos volver el viernes siguiente, en horario bancario. Entre mucha gente a los militares les resultaba más difícil vernos. Así lo hicimos varios viernes y cada vez éramos más. Más tarde, Emma Penells propuso que mejor era reunirnos los jueves, porque el viernes es día de brujas”, dice sonriendo.
Hebe de Bonafini, comanda la Asociación Madres de la Plaza de Mayo y también reconoce haber recorrido largo camino en materia de estrategias comunicativas: “Nuestro primer panfleto fue este”, dice y muestra un billete escrito: “Esta fue la primera forma que inventamos para comunicarnos en 1979. Ciento cuarenta madres escribimos cuatrocientos billetes y fuimos a comprar a la feria. En el billete poníamos: ‘Tengo dos hijos desaparecidos, secuestrados por el ejército y la policía ¡Ayúdeme!’. Era el volante que pasaba más rápido, nadie quería tener un billete escrito”. En 1980 lograron sacar el primer boletín, lo pagaron con el dinero que juntaron vendiendo tortas. Esos boletines llegaron a Europa y fueron traducidos en cinco idiomas. En 1983 hicieron el periódico Madres, la revista Locas, Prensa Madres. En 1979, también comenzaron a hacer radio, así lo cuenta Hebe: “Empezamos en Radio Futura, una radio de La Plata que quedaba en la loma del diablo. Más tarde comenzamos en Radio Nacional, ¡el primer espacio que conseguimos fue los domingos a las 6.30 de la mañana! Después Aliverti nos dio un programa, ¡nos cobraba 700 dólares!”, enfatiza y se explaya: “Digo esto porque muchos creen nos cedía el espacio ¡No!, ¡teníamos que pagarlo! Y había que juntar esa plata todos los meses… Pero las madres siempre nos las rebuscamos. ¡Hasta conseguimos nuestra propia radio! La necesidad siempre nos dio la fuerza”.