Extractivismo urbano
Villa 31 o Retiro Puerto
por Mariane Pécora
El arquitecto Enrique Viale sostiene que la lógica actual del extractivismo urbano es mantener la ilusión del crecimiento ilimitado y para eso debe crear figuras extremas.1 En este sentido la tan promocionada urbanización de las Villa 31 y 31bis, constituye el mejor paradigma de cómo un proyecto de planificación urbana, puede reconvertirse en favor de los intereses privados.
En este territorio el poder político ha encarado una serie de transformaciones estructurales que propiciarán un proceso de gentrificación, es decir, harán un barrio cada vez más apetitoso para los desarrolladores inmobiliarios, en la misma medida que altamente oneroso para quienes viven allí.
El objetivo responde al proyecto de la ciudad costera: en poco años la tan mentada urbanización de la Villa 31 y 31bis mutará en lo que se dará a llamar Retiro-Puerto, un conjunto de megaedificios premium con vista al río
¿Cómo se logra esto? A partir de una serie de políticas de Estado orientadas a agobiar las flacas finanzas de sus habitantes, eximir de impuestos o regalías a las grandes corporaciones y contraer deudas millonarias con organismos internacionales en pos del desarrollo de obras de infraestructura. 2
Sucedió un 13 de diciembre de 2018, en una misma sesión el oficialismo en la Legislatura porteña aprobó tres propuestas distintas, respecto a un mismo tema:
• La Ley 6129, que propició la reurbanización e integración con el resto de la Ciudad de la Villa 31 y 31bis (barrio Padre Múgica), hipotecando, por hasta 30 años, a sus habitantes bajo la promesa de asegurarles su radicación o relocalización.
• La Ley 6130, que avaló la concesión de uso gratuito por el término de 100 años, que el entonces presidente Mauricio Macri, celebró con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), para que esta entidad construya el Edificio Puente del BID en terrenos de la Villa 31 y 31 bis.
• La Ley 6131, que autorizó a Larreta a suscribir con el Gobierno Nacional un empréstito con la Corporación Andina de Fomento por la suma de 175 millones de dólares, mediante el cual se deja constancia de la tasación de 12 terrenos públicos Nacionales, en el ámbito de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, entre ellos los terrenos afectados a la reurbanización de las Villas 31 y 31bis. En el mismo proyecto el Jefe de Gobierno disponía la enajenación por subasta pública de estos inmuebles. Este último punto no logró los votos necesarios para ser aprobado en dicha sesión. Sin embargo, los obtuvo a mediados de 2019.
En relación a la primera de estas iniciativas, el abogado Jonatan Baldivieso, que preside el Observatorio por el Derecho a la Ciudad, sostiene que se trata de una trampa: “Estas hipotecas dan potestad al Gobierno de la Ciudad para venderlas o transferirlas a cualquier entidad bancaria o corporación empresaria, de manera que todo el barrio está en peligro de ser rematado”. Mientras que esta medida acentúa el déficit habitacional de las 40.000 personas que viven en la Villa 31, el Banco Interamericano de Desarrollo obtiene una concesión de uso gratuito de esas tierras por cien años. Gabriel Solano, diputado por el Frente de Izquierda, asegura que el “Edificio Puente BID” avanzará sobre al menos 200 metros lineales de terreno donde hay viviendas. Y, por último, la venta de los predios del polígono que conforma la Villa 31 y 31 bis, recién se aprobó en la sesión del 4 de julio de 2019, luego que el sector liderado por Martín Lousteau concretó la alianza electoral con Horacio Rodríguez Larreta. “Esta situación genera mucha incertidumbre entre los habitantes del barrio, que al día de hoy no saben si estas tierras alguna vez serán suyas”, explica Sofía González y agrega: “Es lamentable que prácticamente todo el polígono de la Villa 31 y 31 bis haya sido puesto como garantía del préstamo de 175 millones de pesos que la Ciudad contrajo con la Corporación Andina de Fomento. Y mucho más indignante es ver que Larreta los está subastando para pagar los intereses de esa deuda”.
El jueves 12 de diciembre de 2019, un centenar de vecinxs, en su mayoría mujeres, de la Villa 31 y 31 bis se movilizaron hasta la sede del banco Ciudad de calle Esmeralda 660, para intentar frenar el remate de un predio ubicado sobre Av. Antártida Argentina 1160, donde en la actualidad funciona un supermercado Coto. “El despliegue policial fue impresionante, había más oficiales que gente”, relata Sofía González y agrega “Lo cierto es que el único oferente que había no se presentó y la subasta fue declarada desierta”.
Si bien se desconoce la identidad de ese ‘único oferente’, aunque se intuye que se trata del propietario de la cadena de supermercados, lo cierto es que su deserción pudo estar motivada tanto por la crisis económica provocada por el gobierno macrista, como por la fuerte resistencia popular, donde las mujeres tienen un rol preponderante.
Resulta que lejos del modelo de extractivismo urbano, la puja de las vecinas y los vecinos de la Villa 31 y 31bis apunta a consagrar el derecho a la ciudad, bajo los propósitos del buen vivir. “Ese terreno no está en desuso. Está disponible, queremos que allí se construya un hospital”, dice Sofía González mientras despliega los planos del hospital, proyectado por el arquitecto Gustavo Cañaveral para la Comuna 1.
- Maldesarrollo. La Argentina del extractivismo y el despojo. Maristella Svampa y Enrique Viale. Katz Editores 2014.
- Ver nota: https://www.periodicovas.com/extractivismo-urbano/