Feminización de la Pobreza
Informe sobre la desocupación femenina en Argentina
En los primeros tres meses del año la tasa de desocupación fue del 10,1 %, según el último informe del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), las más afectadas son las mujeres menores de 30 años.
por Melina Schweizer
La desigualdad de género es un tema de profunda actualidad. Este tópico está presente en todos los aspectos de la realidad social argentina. Especialmente en el mercado laboral, donde la mujer posee una desventaja considerable y, hasta el día de hoy, inevitable.
La situación laboral que vive Argentina, hoy, es preocupante. El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) anunció una suba en la desocupación en el primer trimestre del año que alcanzó el 10%. Proyectado a todo el país, este porcentaje revela un total de 1,9 millones de personas desocupadas. Las mujeres y los jóvenes son las más desfavorecidas. El 52,4% del total de personas desocupadas son mujeres de hasta 29 años. En tanto que más de la mitad de las personas desocupadas (52,7 %) son menores de 29 años.
La desocupación afecta, en especial, a las mujeres en distintos rangos etarios. Según el último informe del INDEC, las más afectadas no alcanzan los 30 años, es decir, tienen entre los 14 y 29 años. Estos datos corresponden al cuarto trimestre del año 2018.
En la actual situación de crisis económica por la que atraviesa el país, los bajos salarios y los empleos precarios son el pan de cada día para las mujeres que desocupadas. En la Ciudad de Buenos Aires, por ejemplo, el desempleo afecta más a las mujeres y a los barrios de la zona sur. Según la Dirección de Estadística y Censos, la tasa de desempleo general es del 10,7%, afectando a 186.430 personas de las cuales, un 9,4 % (84.355) corresponde a los varones, mientras que, entre las mujeres, llega al 12,1% (102.095). Esta misma proporción se da en los empleos registrados en el territorio porteño. De un total de 1.550.496 empleos registrados: 809.137 corresponden a varones y 741.359 a mujeres. Si tomamos en cuenta el mayor índice de desocupación y el menor de ocupación femenina, resulta una clara demostración de la inequidad al momento de encontrar trabajo.
El 8 de marzo de este año, el Centro de Economía Política Argentina (CEPA) emitió un informe hablando de la situación que afrontan las mujeres en el mercado laboral y las inequidades económicas a las que son sometidas. Según este estudio, durante el año 2018 se intensificó la desigualdad de género respecto a la desocupación y la informalidad laboral. «Las mujeres registraron tasas de desempleo del 10,8% frente a un 8,9% de los varones. Tanto el CEPA como el INDEC concuerdan en los porcentajes mencionados anteriormente, representando un incremento de un punto con respecto al año 2017 y de 3,1 tomando los parámetros de 2015.
Sobre informalidad laboral y la relación de dependencia, el informe añade: «Entre las mujeres más jóvenes que tienen entre 14 y 29 años, la tasa de desempleo trepó a 19,3%». El 37,1% de las mujeres en relación de dependencia trabaja en situación de informalidad laboral. Esto representa un incremento de, casi, un punto porcentual con relación a 2017 y de 2,1 puntos porcentuales respecto de 2015. En cambio, para los varones, el porcentaje se sostiene en 31,8%, no registrándose variaciones con respecto al período anterior.
Por otra parte, el informe señala que, según los últimos datos de la EPH (Encuesta Permanente de Hogares) – INDEC, «las desigualdades económicas que afectan a las mujeres es la brecha de género en los ingresos, es decir, al considerarse los ingresos de la ocupación principal -únicamente vinculada a la actividad laboral-, la brecha de género para el segundo trimestre de 2018 se ubica en el 25%. Incluso, si se considera la brecha de ingresos personales, que incluye ocupación principal, secundaria e ingresos tanto laborales como jubilación o renta, la brecha de género persiste, ubicándose en un 26%».
Además, concluye el análisis del CEPA, las principales causas de la desigualdad salarial que se encuentran en la inequitativa distribución entre trabajo productivo y reproductivo, “las mujeres dedican menos horas al trabajo remunerado porque deben atender el sostenimiento del hogar, lo que se refleja en la tasa de actividad: 69,5% es la tasa masculina y 47,1% la femenina», explican los analistas.
En este mismo contexto, en mayo del 2019, la Organización Mundial del Trabajo (OIT) realizó un estudio sobre las desigualdades laborales el que arrojó que, en Argentina, solo 5 de cada 10 mujeres participan del empleo y en promedio ganan un 25 % menos que los varones por la misma tarea.
Entre las variantes que certifican la falta de equidad laboral aparecen, según la OIT: desigual reparto de las tareas del cuidado; participación en el empleo; segregación ocupacional; brecha salarial, y acceso a puestos jerárquicos. Del total de personas en edad de trabajar 7 de cada 10 varones participan de la fuerza laboral frente a 5 de cada 10 mujeres que lo hacen. Ellas sufren notoria desventaja: hay un 44 % de mujeres ocupadas versus un 64 % de varones.
El agravante que remarcó la OIT es que también las mujeres son quienes llevan a cabo la mayor parte de las tareas de cuidado y del hogar, lo cual limita sus chances para obtener empleo e incluso este trabajo del cuidado es realizado por niñas.
La especialista de mercado de trabajo inclusivo de la OIT Argentina, Elva López Mourelo, acotó que el empleo “en negro” también las afecta en mayor medida si consideramos la tasa de empleo no registrado del 37 % comparada con 32 % para los varones. Asimismo, señaló que “esa no es una pauta común al resto del mundo, es muy propio de este país” . Además, destacó que, “el 75 % del millón de trabajadoras domésticas en Argentina son informales. Apostar por el trabajo decente del cuidado es una inversión crucial para avanzar hacia la igualdad de género, pues permitiría mejorar las condiciones de trabajo del 33 % de las mujeres ocupadas en Argentina”.