Feria del Libro Originario
por Marcelo Valko
De vez en cuando la vida nos regala momentos fuertes, como sucedió el domingo 5 de noviembre en ocasión de la Primera Feria del Libro Originario, organizada por la Biblioteca Nacional. Hasta allí se acercó Virginio Buenaventura, quien tenía cinco años cuando, en 1946, su mamá donó una mula al Malón de la Paz. Y, con sentida emoción, me detalló las características de aquel animal, mientras no dejaba de consultar el listado de participantes de aquella gesta que se encuentra en el anexo de mi investigación “Los indios invisibles del Malón de la Paz”.
Don Virginio y su hija se acercaron a la presentación de “Diarios del Malón de la Paz”, que editó la Biblioteca Nacional. donde aparecen los diarios de viajes del kolla Hermógenes Cayo y del teniente Bertonasco, que acompañó el trayecto de los dos mil kilómetros de la Puna a Buenos Aires para pedirle a Perón la restitución de sus tierras usurpadas por latifundistas. El texto cuenta con una profusa selección de imágenes y el estudio previo que realicé para este primer tomo introduciendo esa maravillosa gesta del pueblo kolla.
Durante la presentación, fue un placer estar acompañado por Delicia Atanasio y Desiderio Olmos, integrantes del 3er Malón de la Paz, y también por Guillermo David, director de Cultura de la Biblioteca Nacional, gestor de la colección que tiene la misión de reivindicar la memoria y el presente indígena de nuestra Argentina y de la América toda, como señalan Diego Antico, Emiliano Ruiz Díaz y Carina Carriqueo. Los “Diarios…” es el primer texto que publica el Centro de Estudios de Pueblos Originarios de la Biblioteca Nacional, que viene realizando un trabajo más que interesante como lo prueba el cuidadoso trabajo de edición del libro que inicia la colección.
La feria contó con decenas de stands de distintas editoriales y, lo más importante, se acercó numeroso público interesado en una problemática, lo que indica, sin duda, un cambio de paradigma. Años atrás tal interés era impensable. Hoy existen investigadores, textos, documentales y hasta obras de teatro que hacen hincapié en denunciar atropellos y en una clara búsqueda de justicia. Una justicia que se demora, que mira para otro lado o puesta en palabra del malonero Hermógenes Cayo: “si no hay justicia que no haiga leyes…” 70 años después la historia que vuelve a repetirse. Y es por esa razón que se encuentran en Buenos Aires hace ya casi cuatro meses los integrantes del 3er Malón de la Paz solicitando justicia, que se detengan las usurpaciones, el extractivismo contaminante de agua y suelos y se declare nula la reforma de la constitución provincial que el gobernador Gerardo Morales realizo a pedido de las megamineras. Los pueblos tienen en la memoria un arma formidable. Y, por eso, el Poder le tiene pánico y elabora una historia oficial acorde a su presente, para que todo siga igual en el futuro. Más allá de contratiempos e incluso traiciones, asistimos a un cambio de paradigma, como don Virginio oriundo de Santa Cruz, un paraje de Salta cercano a Jujuy que, con emoción, me habló del orgullo que aun siente su familia de haber entregado aquella mula, en 1946, para un viaje en busca de un presente de justicia. Estamos persuadidos que es lento, pero viene…