#HACKEALAVIOLENCIA
Con el eje puesto en la educación, los estereotipos, la comunicación, la contención y la autonomía económica, arrancó en Buenos Aires #HackeALaViolencia, la primera hackatón nacional contra la violencia de género, un encuentro que reúne durante dos días a más de 500 personas para trabajar en el desarrollo de herramientas digitales que contribuyan a la lucha contra esta problemática.
Reunidos en equipos, con tablets y computadoras apoyadas en mesas blancas, alrededor de 200 hombres y mujeres dialogaban esta mañana sobre ideas y propuestas para crear herramientas digitales que ayuden a encontrar soluciones puntuales contra la violencia de género, en esta «maratón» de trabajo colaborativo que tiene lugar en el Centro Metropolitano de Diseño, en la Ciudad de Buenos Aires.
En ese sentido, el mapa web disponible en https://www.argentina.gob.ar/mapamujeres, muestra todos los recursos a nivel estatal (nacional, provincial y municipal) donde las mujeres pueden recibir asistencia.
Maximiliano, Alejandro y Rodrigo, oriundos del sur del conurbano bonaerense, pidieron permiso en la agencia de publicidad en la que trabajan -como director de Arte, redactor y programador, respectivamente- para participar de esta hackatón, y a su jefe le «copó la idea». Los jóvenes, de entre 23 y 27 años intentaban «buscar alguna solución a uno de los problemas que involucra la violencia hacia las mujeres».
«Me pareció una buena idea porque el problema de la violencia hacia las mujeres tiene cifras muy alarmantes. Yo tengo madre, hermanas, abuelas y amigas, y hoy en día la violencia la han vivido mujeres que no conozco, pero mañana puede ser cualquiera», subrayó Rodrigo.
Como ellos, cualquier persona puede asistir a esta hackatón entre las 9 y las 18, ya sea para unirse a uno de los equipos o para escuchar alguna de las charlas que brindarán miembros del Consejo Nacional de la Mujer, por un lado, y representantes de Google, por otro, en este caso sobre el manejo de herramientas digitales.
Laura Eppens, 26 años, estudiante de Ciencias Astronómicas de la Universidad Nacional de La Plata, señaló: «Vine acá porque necesito intercambiar ideas. En la mesa estuve hablando con una socióloga que vive en el interior de la provincia y me contó cómo es la realidad de la violencia de género allá. Porque yo conozco la de La Plata y la opinión de mis amigos en general, pero acá puedo saber qué piensan otras personas, en otras áreas y perspectivas». La joven adelantó que con su equipo de trabajo estaban armando un desarrollo web con enfoque en un concepto principal, que incluía estereotipos, cómo reconocer cuando una mujer es violentada y qué tipo de violencia está sufriendo.
«Empezamos a juntar encuestas con dos preguntas que les realizamos a varias personas. El objetivo es armar información más concreta y ofrecer soluciones sobre las respuestas recolectadas. Lo cual me parece una idea más abarcativa que escribir un proyecto en base a lo que piensan tres personas», consideró la joven.
Los desafíos en los cuales los equipos trabajaban hacen eje en la «Educación», en donde se buscan soluciones innovadoras para instaurar valores y respeto desde la infancia; «Estereotipos», para crear herramientas que contribuyan a romper aquellos que fomentan la violencia simbólica; y #NiUnaMenos, para trabajar en la modificación de la conducta de los agresores para bajar la tasa de reincidencia.
Además, están las categorías de «Contención», para generar alternativas para que las víctimas de violencia puedan establecer redes donde se sientan contenidas y apoyadas; y «Autonomía»; en donde se fomente el desarrollo y la autonomía económica de las mujeres.
Obelisco naranja
La Ciudad de Buenos Aires iluminará el Obelisco de naranja para sumar su adhesión al Día de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, una iniciativa de la ONU que se lleva a cabo en todo el mundo desde 1991. La acción permanecerá iluminado de ese color hasta el 10 de diciembre, informó un comunicado. La cartera detalló que este año «la ONU, para poner fin a la violencia contra la mujer, invita a pintar el mundo de naranja como símbolo de un futuro más brillante sin violencia».