
Jubiladxs en lucha: el legado de Norma Plá
Este miércoles 12 de marzo se espera una gran movilización en defensa de los jubilados, quienes cada miércoles son reprimidos, gaseados y golpeados por las fuerzas de seguridad comandadas por la ministra Bullrich en las inmediaciones del Congreso de la Nación. Este legado de lucha se remonta a la década de los ’90, cuando, en tiempos de convertibilidad, el gobierno menemista, mostrando un profundo desinterés hacia las necesidades de este sector vulnerable, congeló la jubilación mínima en 200 pesos. Treinta y cinco años después, el gobierno libertario repite la historia, pagando jubilaciones mínimas insuficientes y deteriorando la calidad de vida de esta población. Un informe de Amnistía Internacional revela que en nuestro país más de 3 millones de jubilados y jubiladas viven bajo la línea de pobreza.
Durante la década menemista, Norma Pla, una mujer originaria de Villa Domínico, se erigió como símbolo de la lucha de los jubilados y las jubiladas en nuestro país. Se convirtió en la voz de muchos que, como ella, tuvieron vidas laborales precarias y sin aportes suficientes para acceder a una jubilación digna. Pese a haber trabajado como personal de maestranza y limpieza durante gran parte de su vida, a los 59 años, se vio atrapada en un sistema que no le permitió acceder a este beneficio por carecer de aportes suficientes. Tras perder a su esposo, agonizó con una pensión de apenas 150 pesos; esta situación motivó a unirse a un grupo de jubilados y jubiladas que protestaban frente al ministerio de Economía.
En esos años, su liderazgo se destacó, convirtiéndose en una figura reconocible en los medios de comunicación de la época. En un contexto adverso, Norma y sus compañeras no se callaron, desafiando el trato despectivo que recibían. Como señala la activista y feminista Celina Rodríguez Molina en un documental sobre la década de 1990, su presencia en la calle fue un acto de valentía y resistencia que incluía el placer de vivir, a pesar de las dificultades. Este activismo no decayó, incluso tras ser diagnosticada con cáncer de mama, enfermedad que le produjo la muerte en junio de 1996. La historia de su lucha sigue viva; el legado de Norma Plá se refleja en cada marcha, cada reclamo por derechos y en cada voz que se levanta en defensa de los jubilados y las jubiladas.
En 1992 y ante la visibilidad que había adquirido la lucha de los jubilados y las jubiladas, el futbolista Diego Armando Maradona sentenció: “Hay que ser muy cagón para no defender a los jubilados”. Hoy en día, en la antesala de un nuevo miércoles de represión hacia una población que lo único que exige es el derecho a vivir en condiciones dignas, esta reflexión parece haberse revitalizado. En respuesta a la situación, diversos sectores de la sociedad civil acompañarán a jubilados y jubiladas en sus reclamos, con la cita programada a las 17 horas frente al Congreso de la Nación.
Si bien la convocatoria fue iniciada por hinchas de distintos clubes tras la represión a jubilados del 5 de marzo pasado, la misma se extendió a otros equipos, demostrando que la solidaridad trasciende rivalidades deportivas. La respuesta del gobierno no se ha hecho esperar; la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, ha amenazado con un fuerte despliegue policial, lo que evidencia la tensión que rodea a las protestas. Este 12 de marzo, las palabras de Norma Plá resuenan más fuertes que nunca, para recordarnos que la diferencia entre silencio y lucha es la dignidad de quienes no se rinden ante la adversidad.