La calle no es un lugar para vivir. Ni para morir
La postal se repite año a año. Se repite, se agrava, recrudece con un resplandor que lastima. Como si el frío de mayo sacara a la luz aquello que invisibilizamos para poder soportarlo.
El desamparo.
Miles de personas viven en situación de calle en la ciudad más rica del país, la que deslumbra, la que opaca. Opacos son los rostros de esas familias sepultadas debajo de frazadas, sentadas en el frío de la vereda, pidiendo, suplicando, desconcertando.
Expuestas ante los ojos ciegos del Estado.
Esta mañana de fines de mayo, la asociación civil Proyecto 7 realizó en la Plaza de la República (en el Obelisco porteño), un desayuno para paliar el frío de las personas en situación de calle. Un nuevo desayuno, que no es el primero, ni es el último. Lo hizo una vez más para protestar por la metodología empleada para censar a esta población.
Hubo denuncia.
Hubo testimonios de vida.
No hublo respuesta.
Nunca la hay.
«Desde proyecto 7 vemos con mucha preocupación como nuevamente tanto el Gobierno nacional como el porteño invisibilizan subregistran cada vez más a las personas en situación de calle», señala el comunicado de prensa elaborado por esta organización.
El escrito denuncia: «El Censo nacional de INDEC no fue más que una gran fantochada, que reprodujo la metodología del Gobierno de Ciudad de Buenos Aires, procedimiento que hace años demostramos que subregistra, que es ineficaz y funcional al magro presupuesto que en general se le adjudica a esta problemática. La ausencia de las organizaciones sociales que hace años trabajamos en la problemática es intencional. De ese modo logran que todo los números, que claramente son políticos, den menos para simular menos pobreza, para subejecutar el presupuesto, para modificar y suspender programas, sin tener en cuenta jamás la cuestión de ayuda y asistencia real a las decenas de miles de personas que sobreviven en las calles de nuestro país y en esta Ciudad (de Buenos Aires), que es la que tiene el presupuesto más alto del país».
«Fotos y subregistros, subsidios que no subsidian, programas que no se ejecutan teniendo presupuesto asignado, leyes aprobadas y reglamentadas que no se cumplen, leyes aprobadas que son ley pero no están reglamentadas ni se les adjudica presupuesto, dispositivos de albergue que no tienen el presupuesto adecuado o no son adecuados para las necesidades de la gente en situación de calle, ese es el panorama que padecen miles de personas a lo largo y a lo ancho del país», señala el comunicado y advierte que: «La pobreza históricamente ha generado riquezas en determinados sectores del Gobierno y del poder en general».
Sopla la brisa helada del desamparo.
Mientras el sol asoma tibio al este de este universo.
Llamado plaza de la República.
Foto de portada: Télam