Mujeres en lucha por un techo digno
«Lo único que ofrecieron desde el Gobierno porteño fue un subsidio habitacional. Nosotras lo que estamos pidiendo es una solución definitiva, un techo digno para nuestros hijos, para todas las familias desalojadas» dice Andrea, una de las madres que protagonizó la toma Fuerza de Mujeres en el barrio Múgica (ex Villa 31), ferozmente desmantelada por la policía de la Ciudad y funcionarios de la administración porteña el jueves pasado.
Esta mañana casi un centenar de madres marcharon desde la Plaza de la Republica a la Legislatura porteña. Mientras que en laza de Mayo realizaron un acto de repudio al desalojo que sufrieron, reclamaron soluciones habitacionales definitivas y denunciaron amenazas de parte del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
«Me dijeron que si no iba al alojamiento y me quedaba en la calle, me sacaban a mi hija», dice Andrea y se pregunta: «¿Por qué me van a sacar a mi hija si yo no estaba en la calle? ¿Si estoy luchando por darle un techo? ¿Por qué no se acercaron antes de desalojarnos a dialogar, a asesorarnos? ¿A preguntarnos lo que realmente necesitamos?».
«Nosotras no queremos un subsidio. Queremos pagar para vivir bajo nuestro techo en lugar de cobrar para pagar un alquiler», sentencia.
Desde el inicio de la toma Fuerza de la Mujeres, estas madres, en su mayoría victimas de violencia machista, viene exigiendo al Gobierno de la Ciudad una mesa de diálogo. Lo pidieron el 30 de junio de 2021, cuando iniciaron la toma; lo pidieron tras el brutal desalojo del jueves 30 de septiembre y lo seguirán pidiendo durante cada movilización y en cada acción pública que llevarán a cabo en la calle.
«Somos más de 80 mamás solteras, queremos luchar por una vivienda digna. Queremos una mesa de diálogo para poder expresar lo que buscamos realmente», dice Andrea, quien asegura que hasta el momento, ninguna de sus compañeras ha conseguido una habitación donde alojarse porque los dueños de las viviendas dentro de la Villa 31 no nos quieren alquilar a madres con niñes.
«Así que todavía ninguna de las mamás que estábamos ahí, que integramos más de 100 familias y casi 200 chicos, hemos podido salir de este agujero negro que nos echaron», detalla y asegura que la lucha las ha empoderado, de manera que como colectivo, están contactando a las familias que fueron derivadas a los paradores oficiales o bien que están hacinadas en alguna habitación del barrio. “Vamos a rescatar a las compañeras que tras ser desalojadas tuvieron que volver a la casa, donde su marido el mismo viernes, las estaban cagando a palos. La policía no hace, ni hizo nada. El ministerio de la Mujer no hace nada”, señala.
“La mayoría de nosotras escapamos de la violencia machista y encontramos en ese terreno abandonado la posibilidad de armarnos un lugar donde vivir. Sin ninguna respuesta a nuestro reclamo, Larreta nos mando a desalojar. Ahí perdí colchones, mis maderas, la ropa y juguetes de mis hijos. Hoy mi hijo de 3 años odia a la policía porque nos sacó nuestra casita”.