La revolución por otros medios

por Mariela Acevedo*

El patriarcado es un juez, que nos juzga por nacer

La performance de Las Tesis, artivistas chilenas que idearon la intervención artística que se trasladó a diversos escenarios callejeros y se tradujo a distintos idiomas, plasma la potencia de la imaginación feminista: catarsis, denuncia, cuerpa colectiva, baile y la convicción profunda de que quebrar el silencio es la forma de hacer algo de justicia. Todo parece indicar que la revolución es feminista y su tiempo es ahora.

El 6 de diciembre la performance que se replicó en cientos de ciudades latinoamericanas y europeas se realizó en la Ciudad de Buenos Aires. En tres escenarios distintos, Tribunales, Obelisco y Plaza de Mayo cientos de mujeres con los ojos vendados e identificadas con pañuelos verdes bailaron y aullaron la letra de «Un violador en tu camino», que expresa contundente: «Y la culpa no era mía, ni dónde estaba ni cómo vestía. El violador sos vos.»
Basta con encender la tele y detenerse en cualquier noticiero para entender rápidamente que las transformaciones que estamos demandando implican remover una estructura pesada, anquilosada y resistente que no va a caer por su propio peso: sólo por nombrar algunos de los “casos” que se agolpan en los minutos de tv o en las páginas de algún diario y sin entrar en detalles, en las últimas semanas leímos y escuchamos sobre curas abusadores condenados, femicidas de todas las edades y puntos geográficos del país y actores, músicos y políticos sobre los que pesan denuncias de violación. Es decir, todas las estructuras implicadas: la eclesiástica, la familiar, la cultural, política y mediática. Nuestra vida cotidiana, impregnada, escrita en el idioma de la violencia como parte de su constitución elemental. Y frente a eso, otra forma de desear vivir, de derrumbarlo todo, de incinerar hasta la raíz lo existente. Somos las feministas, al grito de “no queremos ser esta humanidad”, las que estamos protagonizando este tiempo de transformaciones. Lo que se percibe en las protestas en la región y en el mundo es que existe una intervención específica desde las agrupaciones feministas que buscan liderar o disputar la interpretación del sentido común. Y eso es una novedad para celebrar.

Elecciones en Argentina: Volvimos y vamos a ser mujeres

A la par que se viraliza el cuestionamiento a la hegemonía de los cis varones heterosexuales -es decir, al lugar de poder que una forma de masculinidad ha ejercido durante siglos sobre otres- en la letra y acto performático, se perciben avances, pequeñas señales que nos hacen suponer que soplan vientos de cambio. Es difícil ser optimista. Una siente que se avanza un paso y se retroceden tres, pero aún así, en las últimas semanas hubo señales que asombrarían a las más pesimistas y que estuvieron ligadas al cambio de gobierno: El furcio del electo presidente Alberto Fernández en el cierre de su discurso en Plaza de Mayo que dijo “mujeres” para enseguida corregirse y decir “mejores” puede ser leído como el inicio de una nueva etapa marcada por la militancia feminista. La foto de la familia presidencial, dejó ver una bandera de la diversidad en el bolsillo de Estanislao Fernández, hijo del presidente y el pañuelo de la Campaña por el aborto seguro, legal y gratuito atado en la cartera de su novia.
Ya el anuncio de la recuperación de los Ministerios devenidos en Secretarías en la gestión anterior y la creación de una nueva cartera ministerial de “Mujeres, género y diversidad” a cargo de la abogada Elizabeth Gómez Alcorta, apuntaban a una inserción más ostensible de quienes demandan políticas públicas y presupuesto para atender las situaciones de mujeres, lesbianas, travestis, trans y personas no binarias. En este sentido, una de las escenas más esperanzadoras fue la bienvenida de las y los trabajadores de Salud —liberado de la órbita de Desarrollo Social— al equipo de Ginés González García: “Salud es Ministerio”, arengaban en la recepción de la nueva gestión que fue abrazada afectuosamente por les estatales. El nuevo Ministro realizó como uno de sus primeros actos administrativos la firma de la actualización del Protocolo para la atención integral de las personas con derecho a la interrupción legal del embarazo, el mismo que unas semanas atrás fuera aprobado por resolución del Secretario Adolfo Rubinstein y derogado en pocas horas por la Ministra Carolina Stanley. El anuncio de la actualización mostró como una postal de nueva época al ministro sentado junto a tres colaboradoras que portaban pañuelo verde en sus muñecas. Es necesario subrayar que la actualización no incorpora nuevos derechos sino que ajusta el texto -cuya primera elaboración data de 2007 y fue reactualizado en 2010 y 2015- para incorporar la legislación vigente. Así, esta actualización de 2019 apunta a oficiar de guía de procedimientos para el personal de salud, con las especificaciones en torno a los derechos de las personas con capacidad de gestar incluidas en el Código Civil sancionado en 2015.
Podríamos sumar a esta serie de signos positivos que tienen a las mujeres y disidencias como protagonistas, la asunción de la legisladora más joven de América latina en la legislatura porteña. Ofelia Fernández, con 19 años juró en su cargo tras la experiencia de participar en ámbitos de militancia feminista y estudiantil. Una de las primeras actividades en la que participó la legisladora, junto a diputadas y diputados de otros bloques, fue el encuentro con integrantes de la Campaña por el aborto seguro, legal y gratuito que se desarrolló el 13 de diciembre en el Salón Jauretche. La reunión, convocada tras el anuncio de la actualización del Protocolo ILE, tuvo como principales objetivos intercambiar diagnósticos sobre la situación de la Educación Sexual Integral (ESI) y el acceso al aborto no punible en CABA, al tiempo que establecer estrategias de incidencia política en la legislatura, que “visibilicen la necesidad de contar con una ley que garantice la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE)”.

La Educación Sexual Integral en la agenda política

Si hablamos de Educación Sexual Integral (ESI) podemos traer aquí los diagnósticos sobre su implementación difundidos recientemente. Casi en paralelo, dos organismos dieron a conocer datos de la implementación de la Ley 26150 (de alcance nacional) y de la Ley 2110 (para la Ciudad de Buenos Aires), ambas de 2006. El Ministerio de Educación de la Nación divulgó el informe Educación Sexual Integral en la escuela primaria. Voces de estudiantes, docentes y directivos en Aprender 2018, que se concentró en las percepciones de estudiantes y docentes de sexto grado de todo el país en torno a temas y propuestas de aprendizaje de la ESI en las aulas, mientras que el Consejo Económico y Social de la Ciudad de Buenos Aires (CESBA) difundió la primera parte del Informe sobre Educación Sexual Integral, realizado en torno a estudiantes de cuarto y quinto año de media de escuelas de gestión estatal y privada de la Ciudad1. Aunque el primer informe señala que el 98% de las escuelas imparten ESI, el dato desalentador es que se mantiene un enfoque biomédico que no contempla la integralidad de la propuesta. Por otro lado, en la Ciudad, la cantidad de estudiantes de los últimos años de secundaria que no recibieron formación en ESI es mayor que el porcentaje de la encuesta nacional (casi un 30%) mientras que el 70% de quienes sí lo hicieron, señalaron que apenas recibieron pocas horas y siempre priorizando los contenidos vinculados a la reproducción. Una de las conclusiones que se extrae de ambos informes es que tanto estudiantes como docentes demandan mayor formación en cuestiones que tienen que ver con prevención de abusos sexuales, maltratos y reconocimientos de derechos a la diversidad sexual.
Hay que señalar además que el proyecto de ley que pretendía modificar la normativa nacional para declararla bien público y reforzar su obligatoriedad en las aulas, perdió estado parlamentario a fines de noviembre, luego de haber obtenido la sanción en la cámara de diputados el año pasado. La presión de sectores eclesiásticos fue efectiva para dejar fuera de la agenda parlamentaria el tratamiento del proyecto que pretendía establecer un seguimiento de la implementación y fijaba contenidos mínimos prioritarios para asegurar que la ley, que ya tiene trece años desde su sanción, llegue finalmente a las aulas.

¿Qué podemos esperar para el 2020?

Llegamos a fin de año y es época de balances. Aunque haya señales positivas, lo que falta en este recorrido son los números que difundieron las colegas de distintos observatorios del impacto de la violencia machista. Los femicidios, transfemicidios, travesticidios y crímenes de odio por orientación sexual e identidad de género no disminuyeron; por el contrario, todos los días una mujer, una trava, una niña, una joven, una marica es asesinada, descartada, en muchos casos para ocultar otros actos de violencia perpetrados sobre ese cuerpo que se resistió. El Observatorio “Ahora que sí nos ven” registró 327 femicidios -entre el 1 de enero y el 30 de diciembre de 2019- mientras que el Observatorio del Defensor del Pueblo de la Nación (Ofdpn) apuntó en noviembre pasado 229 asesinatos incluyendo en esa cifra 8 transfemicidios. Más allá de las precisiones y la necesidad de estadísticas rigurosas, es necesario implementar políticas públicas para dejar de contar muertas. Están pendientes no solo la Ley de legalización del Aborto, sino también la implementación a nivel nacional de la Ley “Diana Sacayán”, de cupo laboral trans, y la Ley “Micaela”, de formación en perspectiva de género de todos los estamentos del Estado y principalmente, que estas leyes sean acompañadas de asignación presupuestaria. La gestión macrista convirtió el Consejo Nacional de la Mujer, creado en 1992 en el INAM (Instituto Nacional de las Mujeres) y puso al frente a Fabiana Tuñez, reconocida feminista que no pudo llevar adelante una gestión aceptable con el magro presupuesto asignado (once pesos por mujer). El Ministerio de las Mujeres, Género y Diversidad absorbió la estructura del INAM y se propone ahora transversalizar las perspectiva de género a todas las políticas de Estado. El nombramiento de feministas en las listas y la apertura de espacios en la Nación y en la provincia de Buenos Aires contrastan con los datos que tenemos de la política pública de prevención de la violencia en la Ciudad: “Luego de perder las elecciones en la Villa 31, donde el Frente de Todos sacó el 71% de los votos, Horacio Rodríguez Larreta hizo cerrar la oficina de atención a la mujer de ese barrio. Oficialmente nunca el Gobierno de la Ciudad dio explicaciones sobre las razones que lo llevaron a tomar esta medida. Extraoficialmente, argumentan que ‘se trata de un barrio peligroso’. Es peligroso tener una oficina de atención a la mujer en la Villa 31, pero no resulta peligroso abrir un Mc Donald”, aporta Sofía González, juntista de la Comuna 1 por el Frente de Todos. Estamos alertas y organizadas, porque nuestra revolución esta en marcha.

1. El informe del ministerio de Educación de Nación se basa en las respuestas del operativo Aprender de 2018 y se puede consultar en https://www.argentina.gob.ar/noticias/el-98-de-las-escuelas-primarias-trabajan-contenidos-de-educacion-sexual-integral El informe deCiudad llevado adelante por CESBA se puede consultar en http://cesba.gob.ar/acerca-de-educacion-sexual-integral-una-materia-aun-pendiente-en-la-ciudad-1333

*Mariela Acevedo es feminista, doctora en Ciencias Sociales, licenciada en comunicación y docente. Administra el portal Feminismo Gráfico y es editora de Revista Clítoris. Escribe, da clases y realiza tareas de investigación en el campo de la comunicación, la salud, los géneros y las sexualidades.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *