“Las mujeres seguimos siendo violentadas a escala global”
Por Ximena Schinca
En las reuniones para debatir el proyecto sobre aborto seguro, legal y gratuito, en el último tetazo, o en el piquetetazo anterior acompañada de su beba, en las marchas contra la violencia machista, en las asambleas feministas y en la militancia tuitera, Raquel Vivanco se hace presente en cada reclamo de mujeres como coordinadora de Mumala(Mujeres de la Matria Latinoamericana) , la agrupación de mujeres con fuerte representación en todo el país. Con pelucas de color rosa y lila, coronas de flores o remeras con inscripciones, en cada acción, Vivanco y las militantes de Mumala despliegan una creatividad colorida que ya las distingue en medio de las multitudes.
A poco de una nueva convocatoria que promete ser multitudinaria, Vivanco conversó con Periódico VAS sobre motivaciones y expectativas hacia el Paro Internacional de Mujeres del 8 de marzo.
XS: ¿Cómo se llega a la convocatoria para este 8 de marzo?
RV: Lo que hace necesario, y posible, una medida como el Paro Internacional de Mujeres es que en pleno siglo XXI las mujeres seguimos siendo víctimas de distintas formas de violencia por el sólo hecho de serlo; femicidios, desigualdad laboral, trata con fines de explotación sexual, negación de la soberanía sobre nuestros cuerpos, entre otras. Una de cada tres mujeres en el mundo han sufrido o van a sufrir violencia machista, en la mayoría de los casos por hombres de su círculo íntimo. Eso nos da la pauta de que el sistema patriarcal de dominación y opresión contra las mujeres sigue vigente.
Por otra parte, las mujeres producimos gran parte de la riqueza de nuestros países, pero somos las más pobres entre las pobres. A esto se suma el ascenso de expresiones de derecha, a gobiernos de distintos países del mundo que pretenden avanzar sobre las conquistas que tuvimos en el último siglo, como las de Donald Trump en EEUU quien expresa públicamente opiniones misóginas y machistas, incluso durante su campaña electoral; y la del partido de gobierno en Polonia que intentó poner restricciones al aborto.
En ambos casos, la movilización de las mujeres fue masiva, como las que tuvimos en Argentina por #NiUnaMenos el 3 de junio del 2015 y 2016 y el Paro del 19 de octubre. La resistencia de las mujeres es a escala global porque es a ese nivel que seguimos siendo violentadas. Parece mentira que tengamos que salir a la calle a gritar que nuestros derechos son derechos humanos.
XS: ¿Qué adhesión y acompañamiento esperan de las centrales sindicales para esta medida?
RV: Lamentablemente no esperamos que la participación de los sindicatos sea importante. Más allá de que algunos gremios y juntas internas puedan sumarse, lo cierto es que en el Paro de octubre lo hicieron de manera simbólica. Entendemos que esto se debe a que los gremios son lugares en donde las mujeres no estamos representadas de manera paritaria con los varones; de hecho, es casi nula la referencia de mujeres en los sindicatos.
XS: Al interior del movimiento de mujeres, existen diferencias fuertes que muchas veces no llegan a concretarse en acuerdos. ¿Existe el riesgo de que eso obstaculice la movilización por los reclamos concretos de la actualidad?
RV: Las diferencias entre las organizaciones no son obstáculos. Es parte del desafío de este tiempo. Construir consenso y alianzas amplias respetando la diversidad. Así lo hicimos en cada etapa de resistencia, poniendo adelante el objetivo común y dejando atrás las mezquindades. Hacia afuera las diferencias no tienen peso ni entorpecen la convocatoria.
XS: ¿Cuáles son los objetivos concretos que debe plantearse el movimiento mujeres para este 8 de marzo?
RV: Este 8 de marzo el objetivo es hacer visible que las mujeres somos actrices principales de la economía de los países y si paramos se detiene el mundo. Hay que apuntar a incidir en la agenda de los gobiernos nacional y locales, para que incorporen en sus agendas de manera prioritaria la problemática que denunciamos y garanticen nuestro derecho a vivir una vida libre de violencia. El Poder Judicial debe garantizar el acceso a la justicia y darle curso inmediato a las denuncias que realizan las mujeres ante situaciones de violencia sin re-victimizar y trabajando de manera articulada con los organismos estatales de asistencia. Exigimos de manera urgente la implementación de la ley 26.486 de prevención, penalización y erradicación de la violencia machista sancionada en el 2009.
A mediano plazo, pretendemos aportar al cambio cultural que nos hará una sociedad más justa e igualitaria. Somos parte de un momento histórico en la reivindicación de nuestros derechos, estoy segura de que estamos avanzando como sociedad en la medida que se masifica nuestro reclamo.
XS: ¿Qué límites encuentra la movilización constante y sostenida que hoy tienen las mujeres de Argentina?
RV: No veo límites en la movilización. Al contrario creo que cada vez que nos movilizamos sacudimos y conmovemos a la sociedad. De eso se trata. Cada vez somos más.