Llegó la Marcha de Pueblos Originarios a Plaza de Mayo
Según fuera lo programado, más de 250 comunidades indígenas provenientes del sistema andino y sur del país se integraron en 3 columnas y llegaron ayer a Plaza de Mayo donde tuvieron un acto central.
Tras ocho días de marcha, que incluyeron actos y ceremonias religiosas en varias ciudades, la Marcha Nacional de Pueblos Originarios llegó ayer, jueves 20, a la Plaza de Mayo para traer un mensaje fraterno y reclamar por sus derechos.
Representadas por la dirigente jujeña Milagro Sala, de la organización Tupac Amaru, más de 250 comunidades aborígenes confluyeron y convocaron a miles de vecinos de esta Ciudad frente a la Casa Rosada, que se solidarizaron con ellas. Fue una fiesta de banderas arco iris y ponchos, amenizada con bagualas, coplas y carnavalitos, que se sucedieron hasta la noche entre discursos, mientras los representantes de las comunidades entregaban a la presidenta Cristina Fernández un documento de peticiones y propuestas.
Piden crear un Estado plurinacional que reconozca la diversidad cultural de los pueblos originarios; obtener una reparación territorial y económica; cuidar a la Pachamama, a partir de la protección de glaciares, la prohibición de la minería a cielo abierto, y el control del monocultivo sojero que está arrasando la tierra y enfermando con sus pesticidas a la gente; reconocer las lenguas y culturas aborígenes en las escuelas y eliminar el feriado del 12 de octubre, Día de la Raza, para sustituirlo por las fechas sagradas de las distintas comunidades. Y reconocimiento de la masacre de Roca en la llamada Campaña de Desierto, que diezmó los Pueblos Originarios de la Patagonia y arrebató sus territorios.
«¡Jallalla! (Salud)», gritó Sala, arrodillada sobre el escenario y vestida con los colores de la Whipala, la bandera arco iris que representa la unión de las comunidades originarias, cuando las columnas arribaron a la plaza, donde fueron recibidas por las Madres de Plaza de Mayo. Recién volvería a hablar hacia el final del acto, tras la reunión con la Presidenta, que se comprometió a acordar una agenda de trabajo común y anunció un paquete de medidas: la financiación de 10 radios FM y una AM para las comunidades, 20 mil becas escolares y subsidios para todos los jóvenes aborígenes que inicien estudios universitarios.
Fue un acto emotivo y sincero que dejó a los vecinos de Buenos Aires con la sensación de estar frente a una verdad manifiesta, y la necesidad de resarcir por tanto daño.