Los otros saqueos
9/12/2013. Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires
Media hora de debate. En ese tiempo record la Legislatura porteña validó la condonación de la deuda del empresario Cristóbal López que, en concepto de impuestos por las salas de juego y apuestas en el Hipódromo de Palermo y en el Casino Flotante, acumulaba la friolera de mil setecientos millones de pesos. $1700.000.000.
Mauricio Macri y la Lotería Nacional acordaron rescindir la deuda por Ingresos Brutos que el empresario tiene con la Ciudad a cambio de que, a partir del año próximo, pague un canon del 3% a las ganancias por los tragamonedas y las carreras de caballos. Este monto equivaldría a $350 millones al año, mientras que el perdón de la deuda le arrebata a los porteños 1700 millones de pesos.
La acordada necesitaba el aval de los ediles de la Ciudad. De manera que en la sesión especial, convocada a último momento, exactamente a 24 horas del recambio legislativo, la condonación de la deuda de López fue votada a libro y boca cerrada por los bloques del PRO y del Frente para la Victoria.
Quedó demostrado que el nivel de confrontación entre Nación y Ciudad disminuye a tasa cero a la hora beneficiar los intereses privados: la aprobación de este proyecto tuvo 42 votos afirmativos, 15 negativos (UCR, Coalición Cívica, el Proyecto Sur y Nueva Izquierda) y dos abstenciones por el bloque de Aníbal Ibarra.
Paradójicamente, ese mismo día se aprobó una Ley de Ética Pública en la Ciudad. El único voto en contra fue el del legislador Alejandro Bodart (MST), que justificó su postura de forma contundente: «¿De qué ética pública hablan si acá se canjean leyes por cargos, se entrega lo público al negocio privado y se le perdonan deudas millonarias al empresario del juego Cristóbal López? Voto en contra porque esta ley es un saludo a la bandera, que además busca ocultar el canje de votos por cargos para reciclar diputados opositores salientes en la Defensoría del Pueblo y otros organismos».
Y fue así, a última hora se votaron cargos en entes descentralizados de la Ciudad a los que aspiraban -entre otros- diputados del PRO y el FpV que dejarán su banca. Pero ese es un capítulo aparte.