Marcha Nacional Educativa contra el ajuste
La Marcha Nacional Educativa protagonizada por la comunidad educativa y amplios sectores de la sociedad apunta a convertirse en una de las movilizaciones más significativas de esta nueva etapa libertaria en nuestro país.
Con réplicas en cada una de las provincias, en la ciudad de Buenos Aires la convocatoria es a las 15:30 en el Congreso de la Nación para luego marchar hacia la Plaza de Mayo donde a partir de las 17 hs se leerá un documento consensuado en forma conjunta.
El motivo principal de la Marcha Nacional Educativa es el repudio a la decisión del gobierno de Javier Milei de congelar el presupuesto universitario en los valores de 2023 y destinar el anunciado «superávit» fiscal, obtenido a costa de la aplicación de un salvaje ajuste económico, para pagar la deuda externa contraída durante la gestión de Mauricio Macri, según indican los lineamientos del plan económico impuesto por el FMI.
En un contexto donde la inflación supera el 200% interanual, las universidades nacionales se ven obligadas a enfrentar serias dificultades financieras que ponen en peligro su funcionamiento hasta fin de año, afectando la formación académica y el futuro de muchos jóvenes. Este recorte presupuestario representa un duro golpe a la educación pública en su totalidad y, en consecuencia, al derecho a la educación en general.
En la noche del lunes, Javier Milei emitió por cadena nacional un discurso grabado en defensa del rumbo económico adoptado por su gestión. En su breve alocución, omitió mencionar que se trata de un plan económico que, además de cumplir las directrices del FMI, favorece únicamente al capital financiero concentrado. Desde su puesta en marcha hay tres millones de nuevos pobres en el país.
A pesar de los intentos de Javier Milei por desmantelar la educación pública, el movimiento estudiantil y docente, con el respaldo del sindicalismo, el movimiento piquetero y la opinión pública, ha demostrado una firme resistencia. En este sentido, la Marcha Nacional Educativa se presenta como un momento crucial para exigir un mayor presupuesto para la universidad pública y para abogar por la suspensión del pago de una deuda considerada ilegítima y odiosa.