Matria Negra
por Emiliano Blanco
La patria madrina tiene un multicolor predominante y luminoso, como el sol de su bandera en el sur de su geografía.
‘Y los libres del mundo responden’ dijo Vicente López y Planes, para invocar la igualdad y fraternidad de los pueblos. ¿Sabías que 5 de los músicos de la orquesta que lo tocó en su estreno eran afroargentinos del tronco colonial?: Francisco Pozo (violón), Roque Jacinto Pintos (1º violín), Apolinario Pimienta (1º violín), Manuel Espinosa , Bernardo Pintos (1º violín).
El Himno Nacional también es AfroArgentino. Lástima que las «rotas cadenas» no las oían ellos, pues la esclavitud no se había abolido: SOLO ERAN LIBRES LOS ARGENTINOS BLANCOS.
La Comisión afroargentina aún lxs recuerda, pero nuestro emblema sólo perpetúa a una Mariquita blanquiangelical, tocando la cola del piano.
Aún hoy, 25 de Mayo de 2021, en nuestro país no se ha asumido cabalmente que nuestra identidad colectiva es indisociable de la figura del «negrx» y del «indix», dice un muro amigo.
Coincido en que hemos olvidado que el sol de nuestra Bandera, llamado «Sol de Mayo» es en realidad «El Sol Inca», Inti, un escudo encargado por Belgrano al orfebre inca Juan de Dios Rivera Túpac Amaru ¿Se nos pasa por alto ese relato de la historia?
Nuestro primer mandatario, Bernardino Rivadavia, era afro-descendiente: un culo negro se acomodó primero en el sillón emblemático de nuestra institucionalizada nación.
Y hablando de libertad y libertadores patrios, José de San Martín era descendiente de indígenas, a pesar de sus retratos de piel blanquecida que aún hoy pululan en las enciclopedias y museos. El caballito blanco lo aclaró, porque murió en París, exiliado.
Cuenta que cuentan que sobre el camino real que unía el Alto Perú con Córdoba se multiplicaron los Quilombos: esos reductos de libertad demonizados por la historia y el lenguaje; en donde nacieron nuestras «músicas y danzas nacionales».
Y digo que cuentan los que cuentan, porque así testimoniaba el más grande payador, Gabino Ezeiza, o el padre del tango argentino: Casimiro Alcorta, olvidado por su piel negra y sus letras ‘subiditas de tono’.
‘Nuestra historia ha pasado por el sutil tamiz de una moralización y europeización en aras de una pretendida pulcritud, pagando el precio de llevar una gran Negación Nacional a cuestas’
El racismo no pertenece al pasado: es un elemento estructural de nuestras instituciones, los discursos, las sexualidades y los imaginarios de una sociedad que prefiere auto-destruirse antes que mirarse al espejo, temerosa de encontrar allí a un indix o negrx devolviéndole la mirada.» escribió Juan Vila, músico popular de nuestros ahoras. Y tiene razón… celebro esa musicalidad que resuena y hoy se hace eco.
No reparo en mover mis adentros, cuando los parches agitan y convocan a bailar con libertad. La Matria parió negrxs e indixs desde sus comienzos y sigue fértil.
‘Nuestrxs abuelxs vinieron en barcos y fundaron éste país con la cultura del trabajo’ nos refriegan quienes se autoperciben herederxs de una doble nacionalidad que lxs rescate de éste lodo porteño que les repugna.
Pensándolo bien, tienen razón: de barcos esclavos y remando bien abajo, llegaban al puerto del buen ayre quienes sobrevivían a la caza, los agites del mar, el escremento del suelo, la peste por el amontonamiento de cadáveres… Y sanxs y fuertes, rompían los lazos que traían para las comodidades y prestigios coloniales.
‘Cultura de trabajo’ llaman a la explotación laboral de labores duros con el cuerpo y la fuerza, para que el patrón crezca y por ‘teoría de derrame’ nos alimenten sus migajas.
1813, fue el año de los vientres libres. Eso significó que lxs hijxs nacidxs de la todavía esclava iban a ser libres… ella no. Lxs hacendadxs se enteraron muchos años después, porque no había emails que notificara La reciente noticia.
La guerra por la independencia, regó éste suelo de plata con la negra sangre del Sargento Cabral, como también de muchxs que no trascendieron en sus apellidos negados, ‘hijxs naturales’ por nacer fuera del bastardo sacramento del matrimonio…
La guerra con el Paraguay, aprovechó esa apasionante jura de libertad y mandó al frente a muchxs hijos de soldadxs negrxs e indixs que dejó la independencia. La patria se defiende, primero con esos cuerpos.
‘San Baltasar’ en las regiones del Chaco formoseño correntino, hoy baila entre candombles esos resabios de quienes fueron llevados lejos de la Capital.
«En la Argentina no hay negros, ese problema lo tiene Brasil» (Carlos Menem, 1996) y nos creímos blancos como la franja blanca de la bandera. Los matices albinos de nuestro orgullo puro, repara en la imagen saludable de la familia tipo que aclama nostálgica, el llamado a unir lxs tilingxs y no darle oportunidades a los nuevos y ennegrecidxs planerxs, que viven y bailan con su dinero, que pueden estudiar con sus hijxs en las universidades, que tienen acceso al trabajo profesional, como sus hijxs… con derecho a una casa, aunque desconfíen de cómo consiguió el recurso para hacerlo.
La banda de las corbatas invitan a que nuestras infancias bailen una hermosa cumbia que dice ‘la música no tiene color’. Una buena noticia para las generaciones presentes.
Y pienso en muchos rostros, pero se me viene el de María de los Remedios del Valle, ‘la esclava parda’, militar de Belgrano en Ayohúma. Actuó como auxiliar en las Invasiones inglesas y tras la revolución de Mayo, combatió en la guerra de la independencia en el ejército del Norte que le valió el título de capitana y de Madre de la Patria, con el rango de Sargento Mayor del Ejército.
¿Entonces, qué haremos en nuestros actos escolares? ¿Hay oportunidad de revisar lo que multiplicamos?
Necesitamos educadorxs con perspectiva antirracistas, para no seguir convocando a celebrar el día de la Patria con desinformación y culturizando desacertadamente.
Montar la escena clasista y anecdotaria, no es responsabilidad para llenar un álbum de fotos para compartir.
Nuestras infancias necesitan reconocer la diversidad cultural de la que estamos hechos, porque nuestros discursos todavía no están enterados.
En fin… voy a seguir bailando nomás, sabiendo que tenemos historias que conmemorar. ¡VIVA LA MATRIA!
Emiliano Blanco. Profesor de Artes en danzas mención Expresión Corporal (UNA) mención Danzas Folklóricas (EMBA). Bailarín y Performer. Sikuri y canto popular. Colaborador de Revista Kiné.
Excelente recorrido. Efectivamente hace falta profundizar mucho mas en nuestras raíces para cambiar el modo de percibir nuestra identidad. Muchas gracias