Menos bolardos y más centros de Salud

por Federico Coguzza

El título me lo sugirió Eduardo Tissera cuando la entrevista llegaba a su fin. Tissera es psicólogo y trabaja hace más de 10 años en el Centro de Salud de Acción Comunitaria (CeSAC) 15. Antes, hizo uso de la memoria y fue reponiendo uno a uno los argumentos para dejar en claro que la lucha por lograr que el Centro de Salud se traslade al ex Patronato de la Infancia (Padelai) dista de ser un reclamo infundado, el capricho de un grupo de profesionales de la salud y otros tantos, sino la manifestación de una demanda de la comunidad, especialmente de la Comuna 1, por tener un espacio digno para atender y ser atendida.

Es una historia llena de historias. Donde confluyen el pasado, el presente y un futuro cargado de incertidumbre como ocurre con todo lo que tiene que ver con las políticas públicas en relación al espacio público del Gobierno de la Ciudad. La “Vieja casona de estilo colonial, muy bonita y cálida”, ubicada en Humberto Primo al 470, y donde funciona el CeSAC 15 hace más de treinta años ya, no puede responder a las demandas de una comunidad que la necesita.

Un poco de historia
Antes de funcionar como un Centro de Salud de Acción Comunitaria, el CeSAC 15 era un centro de salud mental. Pero la comunidad no asistía sólo por salud mental, sino que también acudían las madres con sus hijos e hijas, donde recibían atención ginecológica, enfermería, pediatría, entre otras.

Al respecto, Eduardo Tissera señaló: “El Centro de Salud comenzó a funcionar en el 90´ con vocación de trabajo comunitario, con la gente de las casas tomadas, hoteles e inquilinatos. De esas, había una particular, muy grande y que albergaba una de las mayores casas del país, el ex Patronato de la Infancia (Padelai), que luego de ser abandonado en su uso original fue paulatinamente ocupado por familias. Llegó a haber allí alrededor de 100 familias que fueron atendidas por el Centro de Salud desde que se constituyó como tal. O sea, atendimos chicos que luego serían padres y madres, por lo tanto, teníamos las historias de esas familias”. Y agregó: “Todo esto llevó a un proceso de lucha en el cual participó la Cooperativa San Telmo pidiendo que ese centro de salud mental se constituyera en un centro polivalente. Entonces, la paradoja es que el Centro de Salud se constituyó como tal en gran parte y en base a la lucha de la comunidad y especialmente a las familias que vivían en el ex Padelai”.

En 2003, el Padelai fue desalojado por el entonces Jefe de Gobierno Aníbal Ibarra. Sin embargo, luego pudo volver a ocuparse ya que las familias pudieron demostrar que no eran usurpadoras: el intendente Carlos Grosso les había dado los papeles que los transformaban en propietarios. Pero a partir de 2011 comenzó un proceso en el que el Gobierno de la Ciudad los intimó a irse.

El recuerdo de la lucha aflora en las palabras de Tissera: “Fue un proceso que se fue agudizando y el 4 de enero de 2017, con varios compañeros y compañeras pasando la noche en vela y atendiendo a las familias, se produce el segundo y definitivo desalojo. Antes y en ese contexto aún más, las distintas organizaciones y el Centro de Salud comenzaron a pensar qué hacer en el ex Padelai. Y ahí surgió la propuesta de que ahí no funcionara un proyecto inmobiliario, ni un shopping, sino el Centro de Salud 15. Una quijotada, que intentamos instalar, como necesidad, mediante petitorios, notas, festivales, entrevistas con legisladores y la presentación de varios proyectos de ley”.

La actualidad
Luego de que muchos de esos proyectos perdieran estado parlamentario, el Gobierno porteño accedió a que se llevara a cabo el traslado. Sin embargo, en la actualidad el traspaso está frenado porque el Jefe de Gobierno asegura no tener los fondos suficientes para encarar el costo de las obras, que rondaría los $330 millones de pesos, cuando en los últimos meses recaudó $7174 millones por las subastas del ex Tiro Federal.

Cabe destacar que según las leyes que autorizan las subastas, el dinero que se recauda debe tener como destino las áreas de salud, educación y al traslado de oficinas administrativas al sur de la ciudad, pero, una vez más, la realidad en la Ciudad es totalmente distinta.

Ante la ausencia de recursos para que el traslado se haga efectivo, según el propio Gobierno porteño (que gasta 29 millones de pesos en publicidad por día), la solución es el remate de cuatro inmuebles del barrio, entre los que se encuentran el actual edificio del Centro de Salud y el terreno donde se encontraba la Escuela Taller del Casco Histórico, en Brasil y Paseo Colón, por el que tanto luchó la comunidad, sin respuesta alguna más que su demolición con la excusa de la construcción del Metrobús del Bajo Etapa II, pero que ahora buscan vender para albergar otro negocio inmobiliario.

Desde 2020, el Gobierno porteño recaudó a través del mecanismo de venta de inmuebles y tierras públicas unos 210 millones de dólares, sin embargo, estos fondos son utilizados de forma discrecional gracias a la Ley N° 6.301 de Emergencia Económica y Financiera que impuso Rodríguez Larreta al inicio de la pandemia y que aún mantiene vigente.

Por otro lado, el Presupuesto 2022 tenía estipulado que, por venta de terrenos e inmuebles, el GCBA recaudaría casi 3000 millones de pesos, sin embargo, para el mes de septiembre ya había recaudado un 150% más. Situación que se repitió en 2021, y en 2020. El año pasado, por venta de edificios, estaba estipulado que el gobierno recaude $6.000.000 de pesos, pero recaudó 78 veces más: $470.397.840.

La pregunta que queda flotando en el aire es: ¿Qué es lo que hace el Gobierno con ese dinero?

La lucha continúa
“En estado de alerta, fuimos a una reunión de la Comisión de Salud y Presupuesto; expusimos argumentos para que el Centro de Salud se transforme en una realidad. Es una demanda genuina y fundada. Pareció haber acuerdo entre los bloques. Todo hacía presumir que el jueves 15 de diciembre la Legislatura porteña iba a llevar a cabo la última sesión e iba a aprobar el proyecto”, afirmó Tissera.

Sin embargo, y salpicada por el escándalo del chat que incluye a jueces y funcionarios porteños en un viaje a Lago Escondido, la última sesión ordinaria no tuvo lugar y postergó la resolución del traspaso del Centro de Salud.
En esa línea, Tissera sostuvo: “Nosotros vamos a seguir luchando. Tratar por el ejecutivo, es decir por el Ministerio de Salud, de dar cuenta de esta necesidad, una demanda fundada que no puede postergarse. Nosotros vamos a mantenernos en esa posición, como Centro de Salud. Por otro lado, las organizaciones tendrán que acompañarnos. Nosotros no queremos quedar enroscados en la lucha política”.

El objetivo es que un sector del predio del ex Padelai se traslade a la Sede Comunal Nº 1 (San Telmo, Monserrat, Puerto Madero, San Nicolás, Retiro y Constitución), y en otra parte del inmueble se instale el Centro de Salud. El sector destinado al CeSAC Nº15 tendría una superficie de 1.816 m2, con 171,60 m2 de superficie semicubierta y 136 m2 de descubierta total. En la planta baja del mismo, se construirán salas de espera, salones de usos múltiples, farmacia con depósito, vacunatorio, enfermería, consultorios de pediatría, comedor del personal y lactario. En el primer piso, se instalarán dos consultorios de ginecología, dos consultorios de obstetricia, un sanitario para pacientes, cinco consultorios para distintas especialidades médicas, nueve espacios de atención, un consultorio de ecografía y tres salas de odontología con sala de rayos.

“La lucha continúa”, sostuvo Tissera antes de despedirse y añadió: “Creo que un buen título para la nota podría ser ‘Menos bolardos y más centros de salud’”.

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