Norma Osnajanski en el MoTrICS
escribe: Carlos Trosman
Recuerdo a la Norma compinche, a la Norma alegre, a la Norma compañera de viaje en el Instituto de la Máscara, a la Norma que participaba de la movida del MoTrICS, a la Norma de los encuentros en las movilizaciones, a la Norma de las redes sociales, y me viene un recuerdo muy particular, algo que sucedió en septiembre de 1994, durante la “Movida de Cierre” del VII Encuentro del MoTrICS “El Otro también existe”, en el Teatro IFT.
Para esa ocasión cerraba el Encuentro la presentación de “Gualicho” un proyecto musical de mi hermano Pablo Trosman, integrado por Trosman-Barragán-Rodolico-Paultroni-Delgado-D’Ángelo-Battaglia-Majcher-Bloise. La música invitaba al baile, al movimiento. Ya se había calentando el ambiente, cuando me invitaron a cantar algunos temas… El chiste que me hacían mis amigues es que yo siempre participaba de la organización de estos eventos solamente para poder cantar en el escenario y tener un público que me escuche. Creo que en gran parte tenían razón, y contestaba infaliblemente con la frase de Federico Peralta Ramos, cuando en los años ’70 le respondía a Tato Bores en su programa de televisión: “Yo, fundamentalmente, soy cantor”.
La canción era romántica, melódica, hablaba de ruptura y mal de amores y de sembrar verde entre las torres del orgullo. Me sentía Sergio Denis, quien espero me perdone esta fantasía que, en efecto, estaba muy lejos de la realidad. Pero, valga la subjetividad, mi seducción estaba disparada al máximo y desde arriba del escenario actuaba mi rol de canchero y ganador. Estaba al palo. Fue entonces que un corpiño salió disparado del público y aterrizó en mis manos. ¡No lo podía creer! Un sueño que no me había atrevido a soñar se había cumplido. ¡Ahora me sentía Sandro! Sin ninguna duda, era el más grande…
Normita (a partir de ese momento “mi fan número 1”), desde un grupo de amigues que se mecían y gritaban frente al escenario, actuando la histeria de las fans, leyó la escena a la perfección y la completó arrojando su corpiño.
Ese fue el momento culminante de mi “carrera artística”, una gloria efímera que no se volvió a repetir, una intervención mágica de Norma que cumplió mis fantasías y me decidió, por eso mismo, a alejarme de los escenarios, triunfador. Ese momento no podría ser superado. Amé entonces a Norma entrañable e inconfesadamente, y con los años até los cabos de su intervención, de su ojo clínico para la escena, y de sus efectos.
Entonces evoco ahora esa Norma divertida, certera, aguda, que pone el cuerpo, sostiene el vínculo y lo lleva más allá, esa Norma compinche en los Encuentros del MoTrICS, donde colaboraba y participaba. Una huella cálida que permanece en sus escritos, en las redes y en nuestros recuerdos.
Gracias, Norma. Buen camino.
Carlos Trosman es Psicólogo Social, Diplomado en Corporeidad y Psicodrama, Fundador de la Escuela de Shiatzu Kan Gen Ryu® en 1992. Director del Instituto Internacional de Qi Gong Argentina. E-mail: [email protected]