
¡Osvaldo Bayer volverá su lugar!
por Marcelo Valko
Antes de morir, en 1937, Antonio Gramsci escribe una de esas frases visionarias y definitivas que no pierden vigencia ni actualidad: “Lo viejo no acaba de morir y lo nuevo no termina de nacer. Y en ese claroscuro surgen monstruos”. Y tiene razón. En aquel momento el mundo se preparaba para una noche muy negra de dolor y espanto. Hoy soplan vientos de un neoliberalismo extremo y extremista. Sin ánimo de comparar un periodo con otro, observamos similitudes de intolerancia y afinidades de absoluto autoritarismo. Como diría Giambattista Vico, el corsi e ricorsi de la historia no avanza de forma lineal, sino en ciclos que se repiten, de avances y retrocesos. Flujos, recurrencias y reflujos de la historia que el día de ayer, con la movilización masiva en todo el país por el Día de la Memoria, Verdad y Justicia, parece comenzar a revertirse.
Un mar de gente se movilizó en Mar del Plata, Rosario, Bariloche, Córdoba y una cantidad de localidades como Chivilcoy o Bolívar, por citar algunos puntos donde se marchó contra el absurdo negacionismo de un gobierno que desconoce la realidad de jubilados, la elección sexual de las personas, que atenta contra la salud, educación, economía familiar, ignorando el cambio climático y también deshecha la verdad histórica.
El Gobierno y sus lacayos habrán percibido algo y el temor y el temblor lo llevaron a perpetrar no sólo el absurdo video referido al 24 de marzo, sino también a cometer otro acto repudiable. En la entrada de la ciudad de Río Gallegos, Santa Cruz, a modo de bienvenida, un monumento levantado a su memoria el 24 de marzo de 2023, homenajeando al escritor Osvaldo Bayer, que desnudó una carnicería deplorable perpetrada por el gobierno de Irigoyen en 1920/1921 con el fusilamiento de mil quinientos obreros de estancia en Patagonia, fue derribado, como se aprecia en estas fotos. Lo cometieron el día 23 de marzo y mandaron nada menos que a Vialidad Nacional a destruirlo, cuya función es otra bien diferente. Que lo hayan perpetrado un día antes del 24 es todo un símbolo y mensaje. Incluso, lo dejaron plasmado por escrito en la “página libertaria de El Diario Santa Cruz”donde, entre una serie de falacias, balbucean que “Esta estructura, más que un homenaje, era parte de la propaganda ideológica que el kirchnerismo impuso al espacio público”.
Todos los que conocieron al minucioso investigador Osvaldo Bayer saben tanto de su honestidad intelectual a toda prueba como de su amor por la hermosa Patagonia. Una persona que resiste cualquier archivo, siempre mantuvo su postura de anarquista libertario (auténtico, no como este corso de disfraces que usurpa ese nombre). Era de esas personas que “nunca se casó con nadie” que estuviese en el poder. Y eso que intentaron tentarlo. Por eso tuvo que exiliarse con su familia cuando el gobierno de Isabel Perón/López Rega lo amenazó de muerte en los comienzos del espanto que luego se esparció en nuestro país. Nunca fue ni peronista, ni radical, ni tampoco kirchnerista. Todos lo saben. Yo fui su amigo casi 20 años.
Que derriben el monumento alegando tales sandeces indigna, irrita y subleva la conciencia, y su honesta memoria no lo merece. En el país existen bibliotecas públicas que llevan el nombre de Bayer, e incluso cuatro ciudades llevan su nombre en sus calles, como Puerto Deseado, Pirámides, Calafate y Gobernador Gregores, todas de la Patagonia, una región donde Osvaldo Bayer tiene especial ascendencia. Allí los vecinos lograron dejar atrás, siempre en forma democrática, al general Julio Roca para reemplazarlo por Escritor Osvaldo Bayer. Que un país baje a un militar para subir a un escritor es un sueño hecho realidad. Pero nuestro país tiene inmensos logros, un potencial que no debemos olvidar, menos ahora: en Argentina, Videla murió en prisión, mientras que en Chile, Pinochet fallece como senador vitalicio. No hay que desanimarse y seguir y avanzar.
Pero está visto que en estos tiempos brutos, donde le dan un palazo en la cabeza a una jubilada de 81 años que cae desvanecida en el Congreso de la Nación, todo puede pasar. Pese a que esta nota está escrita a minutos de conocer esta aberración contra la historia, estoy persuadido de que esta hermosa imagen de Bayer volverá a su sitio más temprano que tarde. La historia es larga y habrá rendición de cuentas. Para finalizar, vale la pena volver a recordar a Gramsci, que señalaba: “La indiferencia actúa poderosamente en la historia. Actúa pasivamente, pero actúa”. Memoria, Verdad, Justicia. Son 30.000. Fue genocidio. Es lento, pero viene…