Paro por la Dignidad
Trabajadores estatales, judiciales, profesionales de la salud y organizaciones sociales se sumaron a un paro de actividades a nivel nacional, convocado por el gremio de ATE y la CTA Autónoma, en una medida de fuerza que incluyó una marcha desde Liniers hasta el centro porteño para reclamar por la reincorporación de los empleados públicos despedidos y en demanda de aumentos salariales.
Por la mañana, centenares de manifestantes de diversas organizaciones sociales se congregaron en el cruce de las avenidas General Paz y Rivadavia, en el límite entre Capital Federal y el conurbano, para marchar hacia la Plaza de los Dos Congresos, Plaza de Mayo y el Ministerio de Trabajo.
Las demandas incluían «trabajo digno» y el aumento en los montos de los planes sociales para los jefes y jefas de familias desocupados.
«Hoy estamos nuevamente en la calle contra el hambre, los despidos y la inflación», dijeron Ricardo Fernández y Nicolás Marcioni, voceros de los manifestantes.
«Estamos reclamando trabajo digno, a la vez que vamos a denunciar las políticas que viene impulsando Cambiemos y que han generado más ganancias para los ricos y más pobreza para los pobres de todo el país», remarcaron los voceros de la movilización que nuclea al Frente Popular Darío Santillán, el Frente Darío Santillán Corriente Nacional y numerosas organizaciones populares.
En esa línea, señalaron que «las primeras respuestas sociales» del Gobierno fueron «una migaja».
Por su parte, el secretario general adjunto de ATE-nacional, Julio Fuentes, aseguró que la protesta también incluía un reclamo por la situación de los contratados en el Estado nacional.
«En condición de contratados existen 90.000 compañeros sobre un total de 240.000. Es una barbaridad. Queremos resolver la situación de estos trabajadores porque si no el 31 de diciembre, cuando venzan estos convenios, vamos a estar otra vez con la misma historia», apuntó el dirigente sindical.
Fuentes fundamentó el pedido de adelantamiento de la paritaria nacional, que comienza en mayo, al indicar que «los 11.000 despedidos fueron echados sin causa alguna».
La Central de los Trabajadores de la Argentina-Autónoma (CTA), que conduce el estatal Pablo Micheli, se sumó a la huelga en el contexto de una jornada de protesta nacional de la cual participaron, entre otros, los profesores universitarios de la CONADU Histórica y la Federación Sindical de Profesionales de la Salud de la República Argentina (Fesprosa).
En tanto que la medida de fuerza de ATE en la provincia de Buenos Aires se reflejó en la administración pública y en algunos establecimientos educativos con la no concurrencia del personal de cocina y porteros.
Por su parte, la Asociación Judicial Bonaerense inició, en el marco de esta protesta de estatales, un paro de 48 horas en rechazo al incremento salarial de 16,7%, propuesto por el Ejecutivo provincial para el primer semestre.
Los profesionales de la salud nucleados en la Cicop, que rechazaron un aumento de 15 por ciento a junio, definieron una medida de fuerza que será por tres días, aunque desdoblada: pararon hoy y harán un paro de 48 horas el próximo jueves y viernes.
Los manifestantes llegaron al centro porteño en horas del mediodía y ATE estimó que hubo una concurrencia de unas 15 mil personas.
