
“Pensar es un hecho revolucionario”
por Rafael Gómez
Se trata de un monumento formado por dos placas de acero oxidado de 6 metros de altura por 2 de ancho y 80 cm de grosor. Imposible pasar por la zona sin verlo. Lo que resulta un poco más difícil es leer su inscripción. Se lee desde arriba hacia abajo, mirándolo exactamente de frente. Abarcando las dos placas, aparecen letras del color del cielo entre el acero, las sílabas inconexas, el pensamiento que busca un concepto, y aparece la frase: Pensar es un hecho revolucionario…
El monumento está en el Parque de la Memoria, frente al Río de la Plata, en la costanera norte de la Ciudad de Buenos Aires, entre dos puntos estratégicos: la Universidad y el Aeropuerto, el conocimiento y el viaje. El Parque de la Memoria es un espacio público de 14 ha que tiene diez monumentos, árboles y el horizonte del Río para recordar a las víctimas del terrorismo de Estado. A todas ellas. A las víctimas de las dictaduras cívico-militares-eclesiásticas de los 70’ y también a las de los gobiernos institucionales fascistas que, como las dictaduras, reprimieron y reprimen al pensamiento libre, a la transformación social, al hecho revolucionario.
Marie Orensanz, una artista conceptual argentina-francesa, creó este monumento que ingresó al Parque de la Memoria en el 2010 (bicentenario de la Revolución de Mayo). “El arte es una actividad del pensamiento”, dice Orensanz, y agrega respecto a su obra: “Lo que me interesa es que el Otro piense, que descubra, que intervenga…”.
Respecto a lo anterior, a los gobiernos institucionales fascistas que avanzan hoy contra el pensamiento humano, tomo dos ejemplos para abarcar un peligro en el mundo. El reciente gobierno de Donald Trump en EE.UU. y el actual de Javier Milei en Argentina, que lleva más de un año. Ambos proponen un enemigo y una política violenta para alcanzar sus fines, y ambos proponen la inteligencia artificial en vez del pensamiento humano como el eje para resolver las cuestiones sociales.
Dice el filósofo Byun-Chul Han: “El pensamiento humano es más que cálculo y resolución de problemas. Despeja e ilumina el mundo. Hace surgir un mundo completamente diferente”. La inteligencia artificial (IA) sólo procesa datos.
No es lo mismo pensar que procesar datos con una intención particular. En este caso, si se excluye el pensamiento y la memoria de vida, la IA sólo aportará un sistema apto para los intereses de Trump, de Milei, y de las corporaciones asociadas.