Pera o Manzana
La Plaza está rodeada. Cientos o miles de personas forman un semicírculo interminable, una cola larguísima, una espiral, y esperan que les toque el turno para tomar o recoger una fruta: pera o manzana.
A las 9 de la mañana, los productores de Río Negro y Neuquén comenzaron a descargar 10000 kilos de fruta en Plaza de Mayo. Cajones prolijamente empaquetados, fruta perfectamente acomodada, peras y manzanas envueltas en el típico papel de seda violeta, hileras alineadas entre cartones también violetas. Mercadería fresca, limpia y elegida para salir al mercado que no fue al mercado, sino que fue regalo, protesta, y se desparrama de mano en mano en Plaza de Mayo.
Muchas personas se acercan, traen bolsas o changuitos, sueñan o anhelan saborear la fruta prohibida: pera o manzana. No pueden comprarla, el mercado es despiadado con los bolsillos magros y también con los productores de fruta. Mientras tanto, las grandes cadenas de supermercado importan frutillas de Polonia o naranjas de España. Y éstos productores que no pueden superar las barreras de distribución sostenidas por el Gobierno, que no pueden competir con los precios de afuera, regalan manzanas y peras en Plaza de Mayo. En los mercados una pera se vende a 1000 % más de lo que obtiene el productor. Y una manzana $800% más.
Los productores quieren concientizar a los consumidores y a las autoridades sobre la falta de rentabilidad del sector, que da trabajo a más de 60 mil personas en el sur del país. «Vamos a regalar manzanas a toda la gente que pase por allí, en señal de protesta de lo que nos está pasando”, dice Daniel Pérez, vicepresidente de la Cámara de Productores de General Roca en la provincia de Río Negro, “lo que nos paga el mercado no cubre nuestros costos”.
Los puntos centrales de los reclamos incluyen «una mejora en el valor de la fruta y la creación del Instituto Nacional de la Pera y la Manzana para regular los precios”.
Carlos Zanardi, presidente de la Cámara de Productores de Fernández Oro, señala la necesidad de que exista «regulación y una ley para crear el Instituto de la Pera y la Manzana (INPM), que proteja al sector”.
Zanardi, explica los números con claridad «el problema está en el precio” -señala- “al productor un kilo de pera o manzana le cuesta $4,50 y lo que percibe, en promedio, es de $2,50 por kilo en pera y $3 en manzana. Lo ideal sería que la renta fuera del 20 por ciento, pero eso no ocurre y por eso estamos en esta situación» y agrega «tenemos que tener un margen seguro, que no puede éste estar sujeto a los problemas del mercado».
Carlos Brochi, productor de la localidad rionegrina de Allen, advierte que el sector atraviesa «un momento crítico» y considera «injusto» lo que perciben los productores por kilo de fruta, a la vez que calificó de «impactante» la cantidad de gente que se acercó hoy a Plaza de Mayo a buscar fruta.
La gente espera paciente alrededor de la plaza, es un día cálido de agosto y el sol acompaña. Algunos logran llevarse cuatro o cinco frutas. Otros tan sólo dos. Una niña saborea una manzana en brazos de su madre. Abuelos y abuelas llegan con sus bolsitas de plástico a llevarse lo que hay, o lo que queda, o lo que le dejen, o lo que puedan. No les alcanza lo que cobran de jubilación para comprar peras o manzanas en las verdulerías porque el kilo sale entre 40 ó 50 pesos. Mientras, el productor las vende en su campo a $2,50.
Fotos: VAS / Télam