Perpetua para Astiz y demás represores de la ESMA
El Tribunal Oral Federal Nº 5 de la Capital -integrado por los jueces Daniel Obligado, Germán Castelli y Ricardo Farías- dio a conocer este miércoles el veredicto en el juicio oral por crímenes de lesa humanidad cometidos en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) durante el último gobierno militar.
El tribunal condenó a prisión perpetua a Alfredo Astiz, Jorge “El Tigre” Acosta, Ricardo Cavallo, Jorge Radice, Antonio Pernías, Raúl Scheller, Oscar Montes, Alberto González, Néstor Savio, Adolfo Donda, Julio César Coronel y Ernesto Weber.
En tanto, fijó penas de 25 años de prisión para Manuel García Tallada y Juan Carlos Fotea, mientras que Carlos Capdevilla fue sentenciado a 20 años de prisión y Juan Antonio Azic a 18 años de prisión. Juan Carlos Rolón y Pablo García Velazco fueron absueltos.
Los jueces fijaron para el próximo 26 de diciembre, a las 20, la audiencia de lectura de los fundamentos de la sentencia.
Expectativas en Comodoro Py
La lectura de la sentencia contra Alfredo Astiz, Jorge Acosta, Ricardo Miguel Cavallo y otros 15 represores de la ESMA fue seguida esta noche mediante pantalla gigante de televisión por una multitud que se congregó frente a los tribunales de Comodoro Py, en el barrio porteño de Retiro.
Las condenas a 16 de los 18 procesados se conocieron a partir de las 20.15, después de 22 meses de debate y el testimonio de unos 250 testigos, entre ellos sobrevivientes del centro cladestino de detención, torturas y exterminio que funcionó en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA).
«Era un momento largamente esperado, sobre todo para los abogados (querellantes). La que debió ser la primera sentencia, terminó siendo una de las últimas, por eso tanta expectativa», dijo a Télam el abogado y periodista Pablo Llonto.
Frente al palco con equipos de sonido y la pantalla televisiva se habían ido agrupando desde media tarde sobrevivientes de la represión, familiares y miembros de movimientos de derechos humanos, políticos, sociales y sindicales, entre otros.
«En términos jurídicos, la lectura de la sentencia es la culminación de una lucha de dos años», dijo Carlos Lordkipanidse, sobreviviente de la ESMA, quien subrayó que este juicio abarcó sólo a una parte menor de los casos denunciados y «a una miserable cantidad de represores», además de deplorar las dos absoluciones.
Otro sobreviviente, Enrique Fukman, también dijo tener «sensaciones contradictorias: la alegría de llegar a este momento, después de tantos años de lucha, y la convicción de que esta causa es una parcialidad» que deberá seguir con más procesamientos.
En el mismo sentido, Llonto recordó que la causa ESMA «debió tener su primera sentencia con el caso (Héctor) Febres», el represor que apareció muerto a fines de 2007 en su celda de Prefectura, fuerza a la que pertenecía, cuatro días antes de que un tribunal le impusiera condena.
«Suponemos que el año que viene comenzará la llamada ESMA 2, con mayor cantidad de casos y después la causa por los Vuelos de la ESMA», señaló el abogado querellante, para quien habrá «varios años más» de juzgamiento de crímenes de lesa humanidad cometidos en este centro clandestino de la última dictadura.
En este marco, aludió además a una investigación que involucra a Editorial Atlántida, algunos periodistas y marinos represores por el secuestro y falso reportaje a Thelma Jara de Cabezas, sobreviviente de la ESMA, publicado en aquellos años en la revista Para Tí, de esa empresa editora.
Por su parte, Taty Almeida, de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora, señaló que la lectura de la sentencia que condenó a 16 represores de la ESMA constituyó «otro día histórico, uno de esos días que jamás las Madres pensamos que íbamos a vivir».
Iris Avellaneda, sobreviviente del centro clandestino El Campito y madre del adolescente secuestrado y asesinado Floreal «Negrito» Avellaneda, dijo que, «cuando se dan juicios tan importantes como éste, no hay que faltar. En nuestro juicio, que tuvo sentencia hace dos años, siempre estuvo lleno dentro y fuera del Tribunal».
Iris contó además que hoy formó parte de una delegación que pidió a la Cámara Federal de San Martín que el juicio de la causa de la llamada Mansión Seré, a mediados de 2012, se lleve a cabo en Morón, donde residía gran parte de las víctimas y tiene sede la unidad de la Fuerza Aérea que controlaba ese centro clandestino.
También presenciaron la lectura de la sentencia Gachi y Karina Manfil, en la víspera del 35 aniversario de la «masacre de Villa Corina», en la que un grupo de tareas de la dictadura asesinó a sus padres y a un hermanito de ocho años.
Ambas militantes de H.I.J.O.S. de Avellaneda, las hermanas dijeron a Télam que tratan de asistir a las sentencias contra los represores porque «por fin se está dando justicia a los 30.000 desaparecidos».
Las dos, también, viven este 27 de octubre como un día de lucha en nombre de la familia diezmada en esa fecha de 1976 y como el primer aniversario de la muerte de Néstor Kirchner, quien «desde que bajó el cuadro (de los genocidas Videla y Bignone del Colegio Militar) hizo tanto para que haya justicia».