Pobreza, Ciudad y Niñez
por Valeria Azerrat
El caso de la niña M. que vivía junto a su madre bajo un toldo a la vera de la autopista frente a la villa Cildáñez, en Parque Avellaneda, expuso de manera descarnada la situación de miles de personas que no tienen acceso a la vivienda y que padecen los efectos de la pobreza y la marginalidad, sin que el Gobierno de la Ciudad llegue con asistencia a raíz de la sub-ejecución de programas sociales, de hábitat y de salud.
Así surge de informes realizados en materia presupuestaria a los que accedió Télam y que revelan, entre otros puntos, que el Gobierno porteño no contempla ninguna suba de fondos para las familias asistidas con subsidios habitacionales, pese a la situación de aumento de la pobreza desde el 2015 y a la agudización de la indigencia desde el año pasado, por efecto de la pandemia, que profundizó las históricas desigualdades entre el norte y el sur capitalino.
De acuerdo a un informe publicado por la Dirección porteña de Estadísticas y Censos, con datos al último trimestre del 2020, unas 767 mil personas que habitan en la Ciudad -un 24,9% de la población total- viven bajo la línea de pobreza, de las que unas 312 mil están en situación de indigencia.
Si se lo compara con el mismo período de los cinco años anteriores, en casi todos ellos la pobreza fue escalando: 16,7% en el 2015; 18,9% en el 2016; 21,3% en el 2018; y 22,3% en el 2019. La excepción: en el 2017, en el cual descendió al 17,7% (un punto porcentual menos que en el 2016).
En la comparación interanual con el 2019, muestra que durante el año pasado cayeron en la pobreza 53.000 hogares y 82.000 personas y en la indigencia, unos 42.000 hogares y 111.000 personas.
Según un documento elaborado por el Centro de Estudios Metropolitanos (CEM), en el segundo trimestre del 2020 el nivel de pobreza alcanzó un pico de 1 millón de personas, lo que cual llevó a que uno de cada tres porteños no alcanzara a cubrir la canasta básica.
Además, el estudio indicó que la pobreza asciende al 38% de los hogares encabezados por mujeres, contra un 30% en el caso de los hombres; en tanto que en la Ciudad «más de la mitad de los pobres (54%) está integrada por niños, niñas, adolescentes y jóvenes menores de 29 años».
Sin embargo, el aumento de la pobreza, una problemática afecta especialmente a mujeres y niñas como M. en el sur de la Ciudad, no es correspondido por la inversión presupuestaria de la administración que encabeza Horacio Rodríguez Larreta, que registra altos niveles de subejecución, según surge de un informe que realiza anualmente el Instituto de Políticas Públicas para Buenos Aires (I-Ciudad).
«La asignación de recursos para la promoción y acción social muestra que, aun cuando en términos de asignación presupuestaria hubo aumentos constantes durante todos los gobiernos de (Mauricio) Macri y Larreta, la ejecución suele ser baja sobre todo en programas como Hábitat, que se ubican por debajo de la media del conjunto del presupuesto», advirtió en su informe I-Ciudad.
Un trabajo de la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ) revela, por su parte, que el presupuesto proyectado para este año por el gobierno porteño para la atención de las personas en situación de calle no contempla ninguna suba de fondos respecto del 2020 y mantiene la cantidad de familias asistidas por los subsidios habitacionales, «aunque se estima que esta población aumentó» a raíz de la pandemia.
En la misma línea, el estudio detalla que en el proyecto de presupuesto aprobado en diciembre por la Legislatura para gastos de la administración en el 2021, «se asignó un total de $ 5840 millones para cinco programas», que abarcan la atención a personas en situación de calle y que representa una cifra igual a la prevista para el 2020 en esa área, lo que no contempla el efecto nocivo de la inflación.
En coincidencia con ello, desde el CEM indicaron que en el 2020 el Gobierno porteño subejecutó en un 18% el presupuesto previsto para el plan Ciudadanía Porteña, que desde el 2005 contempla un subsidio mensual que mejora el ingreso de los hogares en situación de vulnerabilidad, y señalaron que para este año la partida proyectada, en términos reales, caerá un 5%.
Mientras que los programas de la Dirección General de Niñez y Adolescencia, que contiene la ayuda a los sectores vulnerables, el Estado porteño gastó solamente el 68 por ciento de lo presupuestado; en tanto que para el 2021, en valores nominales es menor al del año anterior y en variaciones reales, se reduce un 26%.
En 2019, el último censo de personas en situación de calle realizado por organizaciones sociales en la Ciudad de Buenos Aires reveló que al igual que M. y su madre Estela, unas 7.251 personas vivían en situación de calle, de las cuales más de 871 son niños y niñas, una problemática se vio aún más agravada durante la emergencia sanitaria y social, consecuencia de la pandemia de coronavirus.
En este contexto, la organización Proyectar Ciudad sostuvo que «el escaso presupuesto destinado a estos establecimientos (hogares, paradores) genera que las organizaciones asociadas deban recurrir a donaciones de terceros», pese a lo cual la atención a las personas en situación de calle «termina dependiendo de la buena voluntad y de estrategias de sostenimiento de quienes los administran», ante un «presupuesto realmente mínimo» que destina la Ciudad.
Otro aspecto del drama que expuso el secuestro de M. es la desigualdad histórica entre el norte y el sur porteños, específicamente entre las Comunas 2, 13 y 14 en barrios como Recoleta, Palermo, Belgrano y Colegiales; y las comunas 4, 8, 9 y 10, que abarcan Villa Lugano, Soldati, La Boca y Parque Avellaneda.
Según el CEM, la desocupación en la zona sur es del 14,5% mientras que en el norte desciende al 9,1%; al tiempo que el ingreso medio de un trabajador en la primera jurisdicción ronda los $ 58.000, en la segunda representa la mitad ya que está en los $ 29.000.
Además, en las Comunas del norte porteño el 90% de los estudiantes finalizó los estudios secundarios, al tiempo que en las del sur, el nivel baja al 55%.