¿Reactivación?
por Marcelo Valko
La curiosa “reactivación” de Milei explica con sencillez el descenso de la inflación que hace unos días anunciaron con bombos y platillos. Ese descenso se debe a una cuestión simple: la gente no tiene plata, la reactivación no es más que maquillaje semántico que enmascara la recesión. El dólar baja, porque no hay demanda, muy por el contrario, la clase media que tenía algo amarrocado lo está vendiendo en las cuevas porque no llega a fin de mes y lo utiliza para pagar prepagas, colegios y servicios. ¿Y la gente que no tiene nada verde para vender? Todo este combo de variables económicas deprimidas hace que, al no disponer de dinero, las ventas bajen, los fabricantes vendan menos y provoquen cesaciones y despidos en las fábricas. Es una espiral que se potencia. A poco de asumir el gobierno de Javier Milei, en una nota mencioné a la fábrica de calzado Bicontinentar ubicada en el Parque Industrial de Chivilcoy (ex multinacional brasilera Paquetá) que en su momento trabajó para Adidas y seguía con una importante cartera de clientes como New Balance, Diadora, Montagne, Le Coq Sportif y Hush Puppies entre otros), que de sus 370 trabajadores despidió un centenar. La razón que la empresa argumentó en aquel entonces fue “la falta de pedidos”. Pero el drama siguió agravándose.
El 13/11/2024 La Razón de Chivilcoy menciona que los actuales 170 trabajadores de la empresa tomaron la fábrica. En principio la empresa les había adelantado una semana de vacaciones en agosto y otra a comienzo de noviembre y al volver se encontraron con un eventual cierre de la empresa que les adeuda los salarios de octubre. El panorama es muy incierto y llevó a que los trabajadores tomaran la planta que no se resignan al cierre. La perspectiva laboral es muy funesta, ya que toda esa gente que se queda sin sustento empuja a una mayor caída del consumo local y la rueda sigue girando hacia atrás, hacia una motosierra que corta para atrás y que golpea a la clase trabajadora, a las universidades, jubilados y la salud más y más con una recesión que no se detiene y explica el “éxito económico” de un gobierno enceguecido que habla de las Fuerzas del Cielo.
No es necesario ser Milton Friedman o un premio Nobel de economía para advertir que si alguien deja de comprar zapatos, el fabricante cortará el hilo por lo más delgado dejando cesante al operario que a su vez dejará de comprar otros bienes y el círculo, en este caso una espiral de carencia, se incrementará arrastrando un alud de miseria cada vez mayor mientras el gabinete económico ajeno a las cuestiones terrenales de los ciudadanos hablará por boca de sus escribas a sueldo de éxitos económicos. En solo un año de gobierno causó un tremendo daño estructural al país, un daño que al menos comienza a abrir los ojos a tanta gente que ingenuamente imaginó un cambio para bien. Es lento, pero viene…