Reflexiones sobre la atención de la salud barrial
Los valores sanitarios de universalidad y equidad en salud gozan de una aceptación generalizada en el mundo moderno. La universalidad implica el acceso a la atención, prevención y promoción de la salud por derecho ciudadano, mientras que la equidad supone la existencia de un principio ético o de justicia en dicho acceso.
Disponer de sistemas que atiendan las necesidades de salud de todos los ciudadanos sin distinción de clase social, raza, credo, género u otras condiciones socio-políticas, resulta un requisito indispensable para el desarrollo de una vida colectiva digna. Sin embargo, la realidad local señala una brecha considerable entre lo dicho y lo hecho.
En la práctica, una proporción significativa de nuestro barrio San Nicolás y de la Comuna 1, carece de protección social en materia de salud. A modo de ejemplo, y teniendo en cuenta los datos que surgen del análisis de población sin cobertura de la salud, la Comuna 1 dispone de tres Centro de Salud y Acción Comunitaria (CESAC) y debiera tener cuatro.
Ninguno de los CESACs mencionados se ubica dentro de los límites territoriales de nuestro barrio San Nicolás. Tal situación, tiene consecuencias inmediatas a nivel local.
La concepción de salud sufre distorsión a nivel barrial, pues se demanda solamente atención de la enfermedad ya instalada, en detrimento de la demanda de promoción y prevención de la salud; es decir, de los programas de control de enfermedades.
A su vez, se promueve una atención de una salud empobrecedora, dado que muchas veces las personas tienen que costear de su propio bolsillo los gastos de salud, limitando y condicionando así, la inversión de sus ingresos.
Por otro lado se favorece a la denominada atención de salud inversa, donde el gasto en salud pública tiende a beneficiar a los barrios y comunas que más tienen. Asimismo, facilita la concentración de los recursos en servicios curativos, en detrimento de la faz preventiva de la atención primaria y de la promoción de la salud; con las cuales se podrían evitar más del 50 % de las enfermedades barriales.
Esta situación proporciona un escenario adecuado para que prospere la atención de salud de carácter comercial no regulada. Desde la Asociación Vecinal Barrio San Nicolás, promovemos los principios sanitarios esenciales y no negociables de universalidad, accesibilidad, equidad, gratuidad e integridad en materia de salud.
Entendemos a la necesidad de disponer de un Centro de Salud dentro del barrio como una necesidad prioritaria y promovemos el logro de un consenso social que coloque a la salud y sus determinantes en el centro de las prioridades locales. Dicho consenso lleva implícita la necesidad de participación tanto de los profesionales de la salud como de los receptores de la atención de salud; es decir, de todos nosotros.
En tal sentido, la organización comunal contempla la participación política y social a través de la Junta Comunal y del Consejo Consultivo Comunal, que representan instancias de intervención en la toma de decisiones políticas para facilitar la canalización de las expectativas de salud barrial.
Las Comunas ejercerán en forma concurrente las competencias relativas a la decisión y ejecución de proyectos y planes de impacto local, y a la prestación de servicios públicos; y también se ocuparán de evaluar las demandas y necesidades sociales, junto con la planificación y control de los servicios públicos.
Es así que, en el 2011, el sistema de Comunas representará un resorte adicional para la instalación de la salud en el centro de la agenda política barrial y distrital. De modo tal que lo que hoy constituye una demanda, no lo sea en un futuro próximo.
Será, sin duda, responsabilidad de quienes vivimos en el barrio de San Nicolás, contribuir eficientemente, mediante nuestro voto en la elección de los miembros de la Junta Comunal, para que así sea.
Dr. Gabriel Sánchez
Médico – Odontólogo Asociación Vecinal Barrio San Nicolás