Relatos Indómitos

Viajeras diminutas

por Marta García

He sido seleccionada para no estar en 590 concursos, 80 becas, 100 subsidios y todos los créditos imaginables.
Hay excursiones a las nieves eternas del Kilimanjaro que no me tienen anotada en sus grupos de escaladores porque no tengo su whatsapp.
Cinco de los más afamados restaurantes de comida gourmet salvaje vietnamita no me borraron de sus reservas porque nunca me anotaron ya que jamás reservan mesa a quien no las hace.
Mi CBU está colapsado por todas las transferencias que nadie hizo.
Tres de los programas de radio más escuchados han elegido por unanimidad no tenerme como locutora porque prescinden de personas que son rechazadas por unanimidad antes de escucharlas.
El mayor conglomerado editorial del universo no disputa de un modo vehemente los derechos de mis libros porque nadie los disputa.
Tengo que responder 805 mails automáticos que te piden que no respondas justamente porque son automáticos.
Y con mi amiga Tachi hemos no viajado innumerables veces a Noruega donde no nos pasaron cosas increíbles que no tienen fin porque tampoco tienen principio.
Vivo en un mundo con 7.9 billones de seres disputando el mismo aire y padeciendo la misma sequía, mientras cinco o seis especímenes envasan los recursos naturales en sus furibundos refugios de cristal a los que no tenemos acceso. Están embalando el mundo.
Somos viajeras diminutas en territorio hostil. “¡Abandonad toda esperanza!”
Entonces quememos corchos, pintémonos la cara y comamos papas fritas.
Hagamos todo. No saldremos vivas de aquí.

 

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