Salir del estupor
#1F Ecos y preguntas de una marcha transversal
por Laura Mangialavori
El sábado 1 de febrero se realizó la multitudinaria marcha federal antifascista luego de las declaraciones del presidente Javier Milei en el Foro Económico de Davos contra la comunidad LGTBINB+ ¿Por qué eligió ese espacio para esparcir su odio? ¿Cómo es la situación económica en nuestro país? ¿Se está librando una disputa por la batalla cultural o una forma estructural de reconfigurar las condiciones de existencia? ¿Qué sensaciones dejó la marcha? Para pensar en diálogo, desde Periódico VAS conversamos con Mónica Macha, diputada nacional por Unión por la Patria, Quimei Ramos, travesti activista por los derechos humanos, docente y trabajadora del CELS y con Ana Ríos Brandana, integrante de la organización de derechos humanos Nietes.
Ni la CGT, la CTA ni ningún sindicato tomó la iniciativa. Asambleas espontáneas y urgentes en todo el país fueron la previa de una masiva e histórica movilización, con adhesiones, luego de la contundencia y el impacto en su convocatoria, de las centrales obreras. El hartazgo y la necesidad de confluir en las luchas que parecen fragmentadas, fueron algunas de las pistas de esta marcha que se organizó en pocos días de manera autoconvocada. ¿Vuelve a ser la organización popular la llama de esperanza frente a la crisis de representatividad política?
“La marcha fue un “basta” a la ultraderecha a nivel mundial. Un “basta” antifascista que ha demostrado que las cuestiones de las personas LGTBINB+ no son cuestiones de una minoría específica, sino por el contrario, lo que nos pasa son temas de las grandes mayorías”, dice Quimei Ramos, una de las oradoras de la asamblea de Parque Lezama donde se definió la fecha de la marcha.
“Son una demostración de los límites que ponemos desde el pueblo frente a conquistas históricas por las que no estamos dispuestas a dar un paso atrás. Ese es el mensaje que dejan estas marchas multitudinarias, como lo fue la universitaria. El pueblo tiene memoria de lo que costó llegar a tener ciertos derechos y hay temas que son innegociables”. Ana es nieta de Juana María Armelin y de José Ignacio Ríos ambos militantes del Partido Comunista Marxista (PCML), detenidos desaparecidos. Integra la organización Nietes desde su fundación en 2019, en la ciudad de La Plata, cuando familiares jóvenes de detenidos desaparecidos se juntaron para conformar un espacio de derechos humanos con dos objetivos concretos: generar una continuidad histórica del legado de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo y crear un organismo de las juventudes para las juventudes que también reivindique las luchas de su generación.
Actualmente Nietes existe a nivel nacional con las distintas regionales en Tierra del Fuego, Mendoza, Santa Fe, Rosario, Córdoba, Mar del Plata, Pergamino, La Plata, Berisso y Ensenada. Nietes CABA y GBA es la única regional conformada exclusivamente por familiares de detenidos desaparecidos, sobrevivientes, exiliados, asesinados y presos/as políticos, el resto de las regionales tiene una población abierta.
“Lo que está en juego es una forma de vida”
Mónica Macha también se presentó en la asamblea de Parque Lezama. Fue una de las pocas funcionarias escuchada y aplaudida. Su trayectoria en la defensa de los derechos del colectivo transfeminista la convierten en una Diputada cercana a las demandas del pueblo. Recientemente presentó, junto a otros diputados y diputadas nacionales y más de 100 activistas y organizaciones sociales, dos proyectos para declarar la nulidad absoluta e insanable de los decretos 61 y 62 que el presidente Javier Milei firmó contra la Ley de Identidad de Género y que atentan contra las vidas en libertad de la comunidad LGTBINB+ y, en especial, contra las niñeces trans.
“Hay que volver a la construcción de la transversalidad que siempre nos ha permitido avanzar en derechos para el feminismo y el transfeminismo” explica la Diputada de UxP. “Lo que plantea Milei va más allá de la batalla cultural. No es una discusión sobre ideas o una tensión entre una hegemonía y una contra hegemonía. Es una instancia de un ejercicio de violencia y persecución que tiene efectos concretos en la construcción del pensamiento y en lo que las personas realizan después en su vida cotidiana. Frente a eso creo que nuestra respuesta es el activismo, defendiendo cada uno de los derechos que logramos y los que todavía nos faltan conquistar, sin miedo porque lo que está en juego es una forma de vida”.
Desde Nietes apuntan a que la disputa se da desde los aspectos más simbólicos. “La memoria es una construcción social. Todo el tiempo nos preguntamos qué entendemos por derechos humanos, por política, por militancia, por libertad. Como militantes de la memoria consideramos fundamental volver a preguntarnos por la historia porque eso hace a cómo vivimos el presente”, reflexiona Ana Ríos Brandana. “Ojalá el pueblo se involucre aún más en defender las conquistas, que no sea solo una defensa al ataque y el agravio, sino que podamos generar acciones realmente transformadoras Debemos tener imaginación política, ese es el paso que nos falta dar”.
¿Fue el movimiento feminista el causante de la derrota del gobierno de Alberto Fernández? ¿Cómo se enfrenta este presente delirante y distópico con las herramientas políticas del pasado? ¿Hay candidatos/as atentos/as a los signos de este tiempo? ¿Es cierto que el pueblo se volvió de derecha?
Para Quimei Ramos el pueblo no votó a Massa porque el peronismo se pasó de progresista, sino que dejó de votar a Unión por la Patria por el fracaso y la decepción de su plan económico. Y en este punto resalta la diferencia. “No solo la sociedad no detesta a la comunidad LGBTQ+ sino que no están dispuestes a ver cómo nos matan, nos persiguen o como nos exterminan. El consenso social es tan amplio que no solo se extiende a los gays conservadores como Luis Novaresio o al Arzobispado de la Ciudad, que se pronunció a favor de la movilización. Es un consenso más grande que el que dimensionamos. Muchas veces creemos que el silencio es signo de aprobación y muchas veces el silencio es la espera a que alguien lance la primera piedra”.
¿Circo, cortina de humo o estrategia internacional?
Según los datos analizados por la organización Ecofeminita, en el segundo trimestre de 2024 la brecha salarial entre varones y mujeres llegó al 27,3%, el 72,6% de las trabajadoras informales son del sector de servicio doméstico y el 69% de las tareas domésticas son realizadas por mujeres. Afirman también que el ingreso disponible de las personas (salario bolsillo), disminuyó por el aumento de las tarifas públicas y la quita de subsidios en el transporte. Es decir que el caballito de batalla del relato oficial de la baja de la inflación tiene sus matices. El peso de los servicios hace que el ingreso disponible para el resto del consumo (supermercado, recreación, etc.) sea menor. “Están cerrando y despidiendo trabajadores, empresas e industrias muy históricas. Y baja la inflación porque cae el consumo porque la gente ya no tiene plata para hacer nada e inclusive lo más urgente hoy que es poder pagar los servicios, el alquiler y alimentarse, no todas las personas lo pueden hacer. Por eso no pudo nombrar ningún logro económico en el Foro de Davos”, amplía Mónica Macha.
Para la diputada, Milei quiere construirse como un líder de la ultraderecha, un líder internacional alineándose con Trump o con Meloni y frente a ese objetivo el feminismo popular representa uno de sus principales rivales. “Tenemos un feminismo interseccional, que plantea un debate económico central, pone en cuestión cómo es la distribución de la renta en nuestro país, tiene una posición contraria al extractivismo, articula la agenda de las mujeres y diversidades en los distintos territorios, forma parte de la lucha por la autonomía de los pueblos originarios, de las mujeres rurales, campesinas y de las mujeres trabajadoras, con el costo que implican las tareas de cuidado. El presidente quiere acallar las expresiones de la diversidad sexual porque lo que busca es silenciar la construcción de una sociedad que pueda pensarse en términos más comunitarios”.
Frente a esta línea de análisis, Quimei Ramos profundiza el aspecto estructural de este paradigma político-económico y lo inserta en una mirada global. Plantea que Milei elige Davos por las mismas razones que estableció Víctor Orban en Hungría, Putin en Rusia o Trump en EEUU, lo elige para despistar, para dar una pelea ideológica, para desviar la preocupación de la gente por las condiciones económicas.
Apuesta joven
Ana nos cuenta que en Nietes CABA y GBA son más de 60 pibes y pibas generando distintos dispositivos de encuentro, actividades culturales, charlas en colegios o en centros comunitarios, donde buscan debatir y pensar qué es lo que ocurrió en la última Dictadura cívico-eclesiástica-militar. Durante noviembre de 2024 realizaron el Segundo Encuentro Nacional en la ciudad de Rosario de formación e intercambio. “Seguimos apostando a la construcción de la memoria colectiva”, recalca con entusiasmo. “Estamos llevando adelante campañas en la búsqueda de nietas/os apropiados para interpelar a las juventudes, para que nuestra generación invite a sus madres y padres a hacerse preguntas sobre su identidad”.
Juana y Antonio Ríos, abuela y abuelo de Ana, fueron detenidos el 23 de febrero de 1978 en su casa en la calle Navarro del barrio de Agronomía por un grupo de personas armadas pertenecientes a la Policía Federal y al Ejército Argentino. En el operativo intervinieron un grupo de hasta 100 personas, camiones militares y soldados uniformados. Juana fue vista por sobrevivientes en los Centros Clandestinos de Detención Tortura y Exterminio (CCDTyE) El Banco y El Olimpo, que dependían operacionalmente del Primer Cuerpo de Ejército. Fue «trasladada» entre los meses de abril y mayo de 1978, no sabiéndose nada más de ella. Tenía 29 años. Como rezan desde Nietes: “por los sueños de les 30 mil, por nuestros propios sueños y porque deseamos profundamente que nuestro pueblo viva con dignidad y alegría”.
Foto de portada: Enrique García Medina