¿Se clausurará otro centro cultural?
El 3 de julio a la noche, funcionarios del Gobierno porteño ingresaron al centro cultural Rosa Luxemburgo, sito en la calle Carlos Calvo 546 del barrio de San Telmo, para clausurar el local. El intento fue resistido. Los funcionarios recurrieron entonces a la Policía Federal.
Los ocupantes dijeron a la policía que el Centro era a su vez la sede del Partido de las Asambleas del Pueblo y mostraron la documentación correspondiente. La acreditación como sede de un partido político sirvió para detener el procedimiento.
Se salvó el centro cultural Rosa Luxemburgo, que funciona en realidad como lugar de reunión de vecinos, librería, biblioteca y teatro a la gorra. Pero otros no tuvieron la misma suerte. Llama la atención en los últimos 20 días, la clausura sistemática de varios centros culturales. Son algunos: el Café de los Patriotas en la calle Nicasio Oroño al 2200; Compadres del Horizonte y Centro Victor Jara, en Parque Patricios; La Casa de Teresa y Vuela el Pez, ambos en Villa Crespo.
La escalada de clausuras asusta. ¿Qué se hace en los centros culturales? Teatro, cine-debate, reuniones, fiestas, peñas, lecturas, candombe, rock, tango, folclore, murgas… No se entiende. ¿Son actividades peligrosas? Probablemente. La cultura que crece desde abajo, la verdadera cultura que nutre el tejido social, la formada desde las necesidades, las alegrías y los sueños de los vecinos, es peligrosa para la clase política y las corporaciones. Puede ser un obstáculo muy serio para la manipulación mediática, el clientelismo, las elecciones, la construcción de una ciudad de exclusión, y los negocios de las corporaciones.
Otra demostración de la barbarie conjunta del Gobierno de la CABA, tan consentido por el Gobierno Nacional. La Casa de Juan de Dios Filiberto es una palmaria demostración de mis dichos. Gracias por publicar estos temas que hacen a la identidad y la sociedad de un país que ya, prácticamente me resulta desconocido.-