Crónicas VAStardas

Politoxic universe por Gustavo Zanella Juan de Garay, mano a Constitución. Viernes 20:00. Más o menos fresco. Por el camino me crucé con varios barsuchos. Algunos cool, algunos chic y algunos francamente borrachos. Todos con su clientela en la puerta, haciendo esquina, tratando de perder la sobriedad o tratando de encontrarla, suele depender de la hora. En uno que tiene afuera mesitas y macetas con pasto hay sentado un grupito de chicos con pinta de haber salido de cursar de la universidad del cine. Tienen la típica facha de intelectuales snob que sólo ven cine (Leer más…)

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Literaturas Peligrosas por Gustavo Zanella Es de noche, tipo 20:30. Está fresco, pero no tanto. Antes de salir del laburo me puse unos calzoncillos largos. Craso error. Ayer funcionaron bien pero hoy no. Me pican. Me detengo a rascarme las partes íntimas frente a un bar pocilguero de Constitución. Siempre está lleno porque no es sólo bar. También es pizzería, parrilla, panchería y despensa de prostitución y también otras cosas poco claras. Las chicas se sientan al fondo, en una mesita. A decir verdad, no son chicas. Son señoras que deben estar (Leer más…)

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Fresca por Gustavo Zanella Aquello de que en bolas todos somos iguales cobra sentido con los primeros fríos. Iguales en verano cuando nos ponemos dos trapos y a la calle, iguales ante el calor, iguales ante la ley e iguales ante la muerte. Todas cosas muy piripipí en los papeles y en las pretensiones burguesas, pero en los hechos no. Como en una reducción al absurdo mal entendida, la fresca pone los puntos sobre las íes, que es lo mismo que decir que la verdad de la milanga depende mucho de tu lugar en la pirámide alimenticia para (Leer más…)

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Dante y el 96 por Gustavo Zanella 40 años después de la muerte de J.R.R. Tolkien, Christopher, su hijo, seguía encontrando -por decirlo de un modo elegante- papeles guardados de su padre que él, sin mucho prurito, publicaba a diestra y siniestra para seguir viviendo sin tener que trabajar honestamente como hace cualquier hijo de vecino. Nada me veda, entonces, apelar a mis ancestros italianos para trazar una línea desde ellos hasta Dante Alighieri. Que mis parientes fueran unos muertos de hambre tiraditos que vivían al sur de la bota y (Leer más…)