La Otra Historia de Buenos Aires
Antecedentes Parte III por Gabriel Luna Tras el arribo a Sevilla de la malograda expedición de Solís, el 4 de septiembre de 1516, un juego de exclamaciones se extiende desde el Puerto y la Casa de Contratación por tabernas, plazas, calles, ferias, casas, palacios, chabolas, iglesias y lupanares. ¡No está el capitán! ¡Ha muerto el piloto mayor de España, don Juan Díaz de Solís! ¡Ha muerto allá, en la lejanía del mundo! Hubo una tormenta oceánica y un naufragio donde se perdió una carabela y su tripulación. Hay un bando (Leer más…)
La Otra Historia de Buenos Aires
Antecedentes PARTE II por Gabriel Luna La enfermedad de Pedro Mendoza era un secreto a voces. Al caballero pocas veces se lo veía en pie, guardaba cama o iba en silla de manos. No parecía dolido, tampoco melancólico. Solía haber actividad y también bullicio a su alrededor. A veces “guardaba” escritorio y se lo veía una o dos horas entre documentos, órdenes varias, mensajes, soldados, cartas, banqueros, noticias, navegantes, planos inciertos, matemáticos, astrolabio y compás. Disimulaba la enfermedad, pero la notaban sus amigos nobles, los cortesanos, los capitanes, los soldados, (Leer más…)
La Otra Historia de Buenos Aires
Antecedentes La firma de las capitulaciones por Gabriel Luna 21 de mayo de 1534. Toledo, España. Un cortejo alegre vistiendo capas, calzas y sombreros emplumados, sale del Hospital de la Cruz rodeando y porteando una silla de manos; baja las escalinatas, toma la calle -que hoy se llama Cervantes- y recorriendo más escaleras cruza el Arco de Sangre, una antigua puerta árabe de la Ciudad; llega entonces a la plaza Zocodover, donde hay tenderos, malabares, pájaros y monos africanos, y donde eventualmente se hacen las corridas de toros. El cortejo (Leer más…)
La Otra Historia de Buenos Aires
PARTE XXXI Buenos Ayres festeja la victoria y el centenario por Gabriel Luna La batalla por Colonia do Sacramento empezó con las primeras luces del sábado 7 de agosto de 1680 y terminó en apenas una hora entre cañoneos, flecherías y degüellos con un saldo de trescientos muertos. Al mediodía las luces eran llamas entre humos turbios. Ardían empalizadas, baluartes y techos de casas luego del saqueo. La victoria fue de los porteños, de los santafesinos y los correntinos, pero sobre todo de los indígenas misioneros que mostraron su valor (Leer más…)