Subtes: “Con nosotros no, Macri”
Salvando las distancias, en el Norte de la Ciudad, las cosas son bien distintas. La justicia porteña frenó la obra de subte en la plaza Intendente Alvear del barrio de Recoleta por violar la normativa ambiental y la falta de protección del patrimonio natural y cultural. La medida obedeció al recurso de amparo interpuesto por la ONG “Basta de Demoler” que denunció la destrucción de la barranca y el retiro árboles de más de cien años de antigüedad. Probablemente la reimplantación de los árboles en el sitio original será una difícil tarea, por no decir imposible, por la poca profundidad del techo de la futura estación Plaza Francia que impedirá alojar sus raíces.
No es la primera vez que esto pasa. Cuando se construyeron las cocheras subterráneas en las plazas Emilio Mitre y Parque las Heras el juez Roberto Gallardo las suspendió por la tala indiscriminada de árboles y porque no se habían tomado los recaudos necesarios para reponerlos de manera adecuada. Posteriormente el juez llamó a las partes involucradas a debatir el tema en Audiencia Publica. Todo parece indicar que el actual presidente de SBASE, Juan Pablo Piccardo, no se lleva bien con los árboles. Cuando estaba al frente del Ministerio de Espacio Público una rama de un árbol cayó sobre una niña ocasionándole fractura de cráneo lo que le costó el puesto de ministro y una causa penal. Ahora, se fue al otro extremo, permitió que la Contratista que construye las obras de los subterráneos derribara árboles de alto valor patrimonial a pesar de “la prohibición de la tala o trasplante de las especies vegetales” en un Área de Protección Histórica.La destrucción de los árboles añejos de la plaza Intendente Alvear no solo tiene repercusiones ambientales sino también económicas que se materializarán en reclamo del Contratista por mayores costos y alteración del cronograma de las obras. En medio ambiente también rige el “más vale prevenir que curar”, en lugar de corregir, reducir o compensar impactos ambientales negativos es preferible prevenir, y esto se logra con buen diseño, planificación adecuada, control responsable y sobre todo con conciencia ambiental.Queda en manos del juez resolver el problema. Posiblemente se convoque a Audiencia Pública o se llame a las partes interesadas para intercambiar información del proyecto y se analicen las distintas alternativas que permitan proseguir con la obra sin descuidar la protección del ambiente. La información que deberán suministrar los intervinientes del proyecto son bien conocidas: SBASE presentará su Estudio de Impacto Ambiental, el Contratista el Plan de Gestión Ambiental y la Agencia de Protección Ambiental el Certificado de Aptitud Ambiental que aprobó el proyecto. De todas maneras, aunque se presenten todos los papeles, se restituya la cubierta vegetal y se planten otros árboles, el daño ambiental ya está hecho y nada será como antes.
El problema más grave que tienen tanto Picardo como Santilli es que parece que no conocen las leyes, ni la cosntitucion nacional ni de la Caba. porque siempre la interpretan o toman parte de lo que les conviene o la tergiversan para realizar las obras que siempre terminan destruyendo parte del patrimonio ( arquitectonico, ambiental, etc)como asi tambien su falta de interes por los temas ambientales y ecologicos cuando los vecinos participativos tratamos con ellos.
¿ Porqué no se consulta a la comunidad previa a la destrucción de los espacios verdes y del patrimonio cultural/urbano/arquitectónico de la ciudad?. Siempre la intervención suele ser posterior al desmantelamiento. Este gobierno municipal desconoce la importancia de un paneaneamiento participatipativo. Cada obra que se emprende bajo los espacios verdes, reducen los escasos terrenos absorventes de la ciudad y acentúa el tema de las inundaciones. Por este camino Buenos Aires en lugar de denominarse la «reina del Plata», podría lamarse la «ciudad macetero»…
Los funcionarios del macrismo creen que la participación de la gente en estos temas es una pérdida de tiempo, ellos avanzan en contra de las leyes y arriesgan como lo hacen en el ámbito privado, toman al estado como una empresa, siempre a favor de ellos.
Juan Pablo Piccardo no merece ningún tipo de análisis, es el hombre de confianza de Macri, aunque sea ladrón, golpeador de pobres e inútil, en el PRO es bienvenido