Tiempo de reflexión en un marco de serenidad
“Las tempestades no deben obnubilar nuestra capacidad reflexiva ni la serenidad de espíritu. Asumamos este momento, como otros en la historia azarosa de la Argentina, como una oportunidad que nos ofrece la coyuntura para descubrirnos como ciudadanos de una misma geografía”, comienza diciendo un comunicado emitido por la Asociación Cristiana de Jóvenes de la República Argentina, en referencia a los acontecimientos nacionales de la última semana.
El texto, que lleva la firma de Eduardo Ibichian, presidente, de Norberto Rodríguez y Eduardo Spósito, secretarios general y honorario de esta centenaria institución, señala que “El conjunto de la sociedad, y en particular la dirigencia con mayor responsabilidad, debe ser consciente que serpentear cerca del abismo puede resultar altamente peligroso y no pocas veces irremediable”.
Y advierten: “Se cierne la amenaza de una fractura de la convivencia que puede escalar a niveles de los que luego siempre es difícil retroceder”.
Tras lo cual proponen: “Nos debemos un sinceramiento, todos, sin excepción ni inocentes. Se impone modificar actitudes y asumir que el tránsito hacia la virtud resultará trabajoso y doloroso. Sin embargo, no hay muchas alternativas disponibles si queremos eludir lo peor”.
“La transparencia en todos los actos de la vida, y mucho más por parte de las instituciones, públicas y privadas, es un reclamo que la dirigencia política, empresaria, sindical y social no debería desoír. La sociedad orilla el hartazgo y una riesgosa predisposición a lo que podríamos identificar como desobediencia democrática”.
“La democracia exige comportamientos y formatos que la Argentina está obligada a respetar. No es posible continuar aplicando metodologías que cercenan, por acción u omisión, derechos ciudadanos. Éstos, que a la vez deben ser cautivos de sus obligaciones, no pueden ser rehenes ni convidados de piedra cuando de hechos trascendentes que hacen a su presente y futuro se trata. Una democracia debilitada proyecta escenarios en los que la opacidad de la luz nubla el horizonte”.
“El diálogo abierto, franco y con grandeza es un requisito que aparece como impostergable. Debemos abandonar las trincheras inexpugnables y los bandazos en temas cruciales para la nación. Somos, fatalmente si se quiere, todos argentinos y esa realidad nos obliga al ejercicio de buscar soluciones en conjunto, en un marco diverso y plural y alejado del sincretismo”.
“Las organizaciones de la sociedad civil, tal el caso de nuestra institución, tienen responsabilidades y derechos. La Asociación Cristiana de Jóvenes/YMCA los asume en plenitud en búsqueda de contribuir al bien común y dentro de los valores que sustentan su acción: amor, justicia, paz y solidaridad”, finaliza diciendo el comunicado.
Hay momentos que pareciera querer reproducirse los enfrentamientos de 1955; que condicionaron la vida de los argentinos,durante décadas- dictaduras y genocidios incluidos-…