Trastorno de Ansiedad Generalizada
Lic. Silvana Santoro
Esta es la primera de una serie de notas, cuyo objetivo es la divulgación de trastornos de origen ansioso. Muchas veces por desconocimiento, quienes los padecen creen que tienen que convivir con ese malestar porque forma parte de su personalidad. Según la Organización Mundial de la salud (OMS) los trastornos de ansiedad constituyen el segundo motivo de consultas psicológicas. Los Ataques de Pánico, las Fobias, los Trastornos Obsesivo Compulsivos, el trastorno por Estrés Post-Traumático y la Ansiedad de Separación, son algunas de las manifestaciones.
El Trastorno de Ansiedad Generalizada se caracteriza por un estado de preocupación y expectativa ansiosa, no en relación a un tema específico sino en varias situaciones de la vida cotidiana que no revisten mayor gravedad y sin embargo generan una excesiva preocupación en los pacientes. Como este malestar es imposible de controlar voluntariamente, se va extendiendo a todo el espectro de la vida diaria (futuro económico, salud, rendimiento laboral, cómo resolver un percance, no llegar a un lugar en el horario establecido, etc.) y suele afectar la vida laboral, social o de relación.
Los síntomas que provoca este trastorno pueden ser los siguientes:
- Tensión muscular, contracturas (especialmente en nuca, cuello, mandíbula y hombros)
- Trastorno del sueño
- Inquietud
- Dificultad de concentración
- Fatiga
- Irritabilidad
- Síntomas físicos como manos frías, diarreas, náuseas, dolores de cabeza, etc.
Tiene mayor incidencia en las mujeres que en los varones. Antes de hacer el diagnóstico es preciso descartar que el trastorno sea motivado por una dolencia de origen físico.
En la actualidad, este tipo de desórdenes tienen grandes posibilidades de ser tratados eficazmente. Los mejores resultados pueden obtenerse al complementar el tratamiento psicoterapéutico con la psico-farmacoterapia.