Un llamado a la Defensa de la Salud Pública

Este jueves 13 de octubre a las 16 horas, frente a las puertas del Hospital Garrahan, una de las instituciones emblemáticas de la salud pública en Argentina ubicada en Combate de los Pozos 1881, más de 80 organizaciones se darán cita en un evento trascendental. Este encuentro de coordinación tiene como objetivo primordial la formulación de un plan de lucha que fije fecha para una gran marcha en defensa de la salud pública, un tema crucial en el actual contexto socio-político del país.

El Hospital Garrahan, reconocido por ser la principal institución pediátrica del país, ha sido el epicentro de una crisis que se manifiesta en la constante emigración de personal médico y de salud. El vacío generado por estos desplazamientos ha dejado estragos, no solamente en la moral del equipo de trabajadores, sino en la calidad de atención que reciben los pacientes. Según declaraciones de referentes del sector, esta situación es el reflejo de décadas de políticas de ajuste que han debilitado el sistema público de salud y que, en la actualidad, bajo la administración del presidente Javier Milei, han tomado un rumbo aún más preocupante.

Tatiana Lipcovich, portavoz de muchas de las organizaciones convocantes y referente en la lucha por la defensa de la salud pública, dio un panorama desolador de la situación. “La destrucción del sistema público nacional de salud que está impulsando el gobierno de Milei puede ser irreparable. Millones de personas hemos salido a las calles en defensa de la educación y contra el ataque fascista a la diversidad. Es hora de ponernos de pie por la salud”, afirmó con voz firme y decidida. Con sus palabras, Lipcovich encapsula el sentimiento de muchos en el sector, quienes observan con creciente angustia el desmantelamiento de políticas de salud pública que han sido pilares en la protección del bienestar de la población.

Una de las preocupaciones más inmediatas en este contexto es el hecho de que el Hospital Garrahan se encuentra en una crisis severa. “Por dar tan solo algunos ejemplos: seguimos enfrentando una situación crítica, y aunque hemos logrado un incremento del 15% en 2024 gracias a nuestra lucha, esto sigue siendo insuficiente”, señaló Lipcovich, quien no escatimó en abordar el tema de los bajos salarios y las pésimas condiciones laborales que asedian a los trabajadores de la salud.

La crítica al gobierno no se limita a la falta de recursos. También se expone un desastre en las políticas de salud pública que revela una alineación con intereses privados a expensas del bienestar colectivo. Lipcovich denuncia que el desmantelamiento de áreas claves del Ministerio de Salud, como las direcciones de Control de Enfermedades Inmunoprevenibles, Vacunación y Respuesta al VIH, ITS, Hepatitis Virales y Tuberculosis, ha generado graves consecuencias no solo para los trabajadores, sino para la población en general. “Esto no solo está dejando a cientos de compañeros en la calle, sino que está exponiendo a la población a gravísimas consecuencias”, añade.

La situación se agrava aún más con la atenta mirada a las políticas de cierre de instituciones como el Hospital Bonaparte, y los despidos en el Sommer y el Posadas. Para muchos, es evidente que las acciones del actual gobierno parecen continuar una tarea inconclusa de la dictadura militar: el desmantelamiento de la responsabilidad del estado en los servicios de salud. “La única política de Lugones [ministro de Salud] es favorecer el negocio privado; él mismo es un mercader de la salud. Indudablemente, hay que poner un freno a esto”, sostuvo Lipcovich, subrayando la urgencia de comenzar a organizarse desde abajo para enfrentar esta situación.

Un punto crucial en el análisis de esta crisis de salud pública es el papel que ha desempeñado la burocracia sindical. Según Lipcovich, esta ha aislado deliberadamente las luchas, sucumbiendo ante los pactos con el gobierno. Esto ha dejado a las obras sociales en una trayectoria de destrucción. “Quienes gobernaron antes tampoco tienen autoridad, porque dejaron un sistema de salud en una crisis fenomenal. Por eso, hay que defender la salud pública con una gran movilización popular”, concluyó, enfatizando la necesidad de una respuesta colectiva y contundente.

La convocatoria para el 13 de octubre no solo es un acto simbólico, sino que representa la unión de una diversidad de voces que claman por la defensa de un derecho fundamental: el acceso a la salud. Frente a un panorama que se prefigura sombrío, los trabajadores de la salud, los pacientes y la ciudadanía en general se preparan para hacer frente a lo que consideran un ataque frontal contra el sistema público de salud en Argentina.

Así, el espíritu de lucha resuena en las calles, en los rostros de aquellos que han decidido alzar la voz en contra de las injusticias, con la esperanza de que este jueves 13 marque un hito en la historia reciente del país, donde agrupar las fuerzas se convierte en un imperativo para salvaguardar la salud pública y, con ello, la vida de millones de personas que dependen de un sistema que debe ser, por y para el pueblo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *