Un Observatorio de Patrimonio y Políticas Urbanas
por Cristina Sottile
Para lograr transmitir la vocación de quienes crean una institución, así como el sentido de la misma, se debe tener en cuenta el proceso histórico que da cuenta de su génesis y su permanencia, así como los objetivos alrededor de los que se nuclean quienes la conforman. Ya que la historia es un proceso dinámico, las instituciones también lo son, definidas según Thompson a partir de intereses comunes y coyunturales que pueden modificarse con el tiempo o las necesidades sociales.
En el caso del Observatorio, debemos remontarnos a un no tan lejano 2010, cuando la Legislatura nombra al frente de la Comisión para la Preservación del Patrimonio Histórico y Cultural de la CABA a la licenciada Mónica Capano.
Y cuando asume propone públicamente, en la única reunión que pudo hacer en el Salón Dorado de la Casa de la Cultura, una gestión que contemple la diversidad de voces de la CABA, así como la diversidad cultural.
Capano propone, desde el primer día, dar intervención a las Comunas no sólo en los homenajes habituales al patrimonio ya definido, sino en la misma definición de bien patrimonial según el criterio y la historia barrial. Abre la puerta para una mirada no reduccionista del patrimonio, y aplica las recomendaciones de la UNESCO que no separan patrimonio tangible de intangible, ya que lo intangible tiene siempre un soporte material: las historias tienen lugares donde son contadas, el tango tiene sus lugares de origen, el carnaval y las llamadas tienen objetos icónicos, lugares de reunión.
En los dos años que duró su gestión, se conformó un equipo interdisciplinario, que encaró un abordaje complejo del tema patrimonial. Se relevó la diversidad de voces. Y se difundió legislación vigente, derechos y obligaciones de ciudadanos y funcionarios en tertulias llevadas adelante en la confitería Ideal -que prestaba el lugar gustosamente-, y posteriormente en los barrios donde hubiera preguntas, denuncias o pedidos de formación.
Así se formó un equipo que recorrió los barrios a pedido de instituciones, comuneros o Comisiones de Consejos Consultivos, para informar y apoyar iniciativas tendientes a la definición y preservación del patrimonio. Se trabajó con temáticas tan diversas como el adoquinado porteño, las casas previas a 1941, el arbolado público, los diseños de Thays en los parques. Hubo necesidad de leer, para saber de murales y memoria, de estatuas, de trazado urbano, de daño ambiental, de patrimonio natural y cultural, de subterráneos, de tradiciones, de comunidades migrantes, cines y teatros, arquitectura hospitalaria, bares y museos. Hubo que informarse acerca de legislación internacional, y elaborar estrategias y proyectos de leyes.
En junio de 2012, en un tratamiento sobre tablas, Capano es “destituída” por la mayoría PRO de la Legislatura, con la intención de poner un punto final a tanta participación, que a esta altura abarcaba la mayoría de las comunas de la CABA.
Es entonces cuando con el grupo de personas e instituciones, que desde distintos lugares articulaban con la Comisión para la protección de algún bien patrimonial, realiza una primera reunión interinstitucional en el Centro Cultural de la Cooperación, con la intención de continuar con una organización en red, que siguiera siendo funcional a la formación y acción ciudadana en la defensa del Patrimonio.
Recién el 30 de agosto de 2013, es presentado el Observatorio de Patrimonio y Políticas Urbanas en una mesa compuesta por Hernán Brienza, Hugo Trinchero, Daniel Filmus, Jaime Sorín, Juan Cabandié y Coco Blaustein.
Desde entonces, el Observatorio desarrolla sus prácticas utilizando las herramientas legales de la CABA, de la Nación y aun cartas y convenciones internacionales, en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires.
Las problemáticas abordadas son las propuestas por vecinos de la Ciudad, y tocan temas tan diversos como los ya mencionados. Muchas veces basta con asesorar acerca de que puede hacerse, otras veces es necesario aportar redacción -en el caso de pedidos de recursos de amparo o pedidos de informes-, en otros casos se llevan adelante relevamientos fotográficos, o entrevistas. Siempre se trabaja sobre la problemática intentando dejar instalada una metodología que luego pueda ser usada desde cada comuna.
Los objetivos del Observatorio tienen que ver con la instalación de una nueva mirada acerca del Patrimonio, una mirada diversa y no elitista. Ya que en las ciudades es donde las jerarquías culturales se muestran más descarnadamente, y porque también las ciudades son terreno de disputa a través del sentido simbólico de su construcción.
Quienes viven en un entorno cambiante, con inserciones o quitas en el paisaje urbano, se ven afectados por la pérdida de referentes históricos y personales, que conlleva la pérdida de identidad urbana, y la pérdida de los hitos de memoria.
Así se intervino, como un colectivo institucional -ya que se prioriza el armado vecinal local para presentaciones e iniciativas-, en la recuperación de la Casa Podestá; se intentó detener la destrucción de la Casa Carriego; se relevó la totalidad de las calles adoquinadas de la CABA; se relevaron casas en Barracas, por medio de fotografías, para defender la voluntad vecinal de no elevar las alturas en las construcciones; se presentaron amparos por parques, casas, lugares, conjuntos, paisajes, por los vagones del subte A… Pero lo más importante fue instalar y difundir una nueva mirada sobre lo patrimonial, que no se queda en la inmovilidad del museo sino que apela al patrimonio en uso, al paisaje urbano, a lo dinámico de la vida.
No hay aún una dirección o un teléfono donde contactarse. El Observatorio es un grupo de voluntarios de muchas comunas coordinado por Mónica Capano, hoy designada Secretaria de la Comisión Nacional de Museos, Monumentos y Lugares Históricos. En la mayor parte de las comunas existen las “antenas”, grupos de vecinos interesados en el tema que observan, toman nota, escriben, fotografían y difunden.
La visibilización del Patrimonio tuvo que ver este año pasado con tomar el té en la esquina del Molino, reunirse en los 36 Billares, lanzar un llamado a concurso de relevamiento de buzones, donde se utilizan recursos lúdicos y de performance a fin de poner en evidencia algo valioso pero invisibilizado. También se toma desde las comunas el listado de personas cuyos aportes en el campo del Patrimonio fueron valiosos por algún motivo.
En este fin de año se otorgaron reconocimientos, por primera vez, a medios barriales que incluyeron en su programación la cuestión patrimonial. Uno de ellos, es este Periódico VAS, de la Comuna 1; y el otro es el programa de radio “Proscriptos del Éter” que conduce Matías Levin, en la Comuna 7. En esta visibilización y legitimación patrimonial, los medios barriales en su diversidad son imprescindibles.
Este trabajo colectivo se lleva adelante con el motor del amor por la ciudad de Buenos Aires, que además es el lugar elegido para vivir por todos los integrantes, en la conciencia de que el derecho a la historia, a la memoria, la identidad y el paisaje urbano, están reconocidos por las dos Constituciones, por varias cartas internacionales y por legislación de la CABA y de la Nación.
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Estimados: felicitaciones por la labor que llevan adelante. Escribo en nombre de un grupo de vecinos de Palermo que estamos buscando el camino de luchar contra la construcción de unas torres gigantescas que fueron aprobadas ilegalmente que causarían múltiples perjuicios, incluyendo quitar el poco sol y luz que queda a la única placita cerrada del barrio. Queríamos saber si en caso de hacer un amparo, el Observatorio podría oficiar de amparante. Gracias de antemano por la respuesta.