Una semana viviendo en la calle
Las familias desalojadas el lunes pasado de un hotel del barrio porteño de Constitución realizarán mañana una marcha hacia la Legislatura porteña en reclamo del retorno a las habitaciones que alquilaban.
En la puerta del hotel «Sur» los inquilinos desalojados que continúan con el acampe realizaron hoy una conferencia de prensa de la que Nora Cortiñas, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, participó en apoyo al reclamo.
«El gobierno de la Ciudad de Buenos Aires no puede admitir que haya familias enteras con los niños en la calle, cuando en realidad ellos pagan su alquiler como todos los que vivimos en este país», dijo Cortiñas.
Cortiñas consideró que «ahora esperamos que las soluciones lleguen lo más urgente posible, que esta gente vuelva a estar en sus habitaciones, que sean respetados y que en todo caso el Gobierno de la Ciudad busque otra solución después que estén adentro de esta vivienda».
En tanto, Julio uno de los inquilinos dijo que «la solución es volver al hotel y eso tiene que definirlo hoy la sala II de la Cámara Penal de Apelaciones de la Ciudad de Buenos Aires».
En el caso que la Cámara no resuelva la situación «mañana nos movilizaremos por una habitación digna, nos reuniremos en la avenida 9 de Julio a las 17 y haremos una marcha pacífica hasta la Legislatura porteña», agregó.
Gaby, una de las mujeres desalojadas, agradeció a la «gente que se unió a nosotros para ayudarnos con alimentos y ropa para los chicos».
Asimismo, denunció que «no tenemos nada que el Gobierno porteño nos dé, más que leche y agua, y lo que nos faltan son colchones y frazadas».
Según Gaby, hasta el momento sólo cinco adultos y tres niños aceptaron la propuesta de recibir 700 pesos o ir a un parador que les brindó el BAP (el programa Buenos Aires Presente). «Los demás seguimos acá, esperando que nos dejen volver a nuestras habitaciones», aseguró. Más de 70 personas que fueron desalojadas del hotel ubicado en la avenida Brasil entre la calle Combate de los Pozos y la avenida Entre Ríos, pasarán su octava noche en las precarias carpas que levantaron en las puertas del edificio al no aceptar irse a paradores ni subsidios que les ofrece la ciudad de Buenos Aires, mientras esperan que se resuelva la apelación presentada ante la Justicia.