Unidos, caminamos por Paz, Pan, Tierra y Trabajo
por Juan Grabois
Como todos los años, mañana miércoles 7 de agosto, día del santo del trabajo, las organizaciones nucleadas en la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), Somos Barrios de Pie, la Corriente Clasista y Combativa (CCC), el Frente Popular Darío Santillán (FPDS), junto al Frente Sindical por el Modelo Nacional y una gran cantidad de organizaciones sociales y sindicales nucleadas en la CGT y las CTA, marcharán desde el Santuario de San Cayetano hasta el Congreso para denunciar la política de hambre y exclusión que lleva adelante el gobierno nacional; pedir por Paz, Pan y Trabajo, así como reivindicar el programa de las 3 T (tierra, techo y trabajo) que une al Papa Francisco con los Movimientos Populares de todo el mundo.
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Porque como ciudadanos todos merecemos vivir en PAZ, denunciamos la persecución sistemática, planificada y deliberada del gobierno de Mauricio Macri contra nuestros dirigentes y organizaciones. El hostigamiento que sufrimos en grandes medios de comunicación adictos al gobierno empalma con el discurso de los principales ministros que pretenden mostrarnos ante la sociedad como criminales y parásitos, negando nuestro rol positivo en la lucha contra la pobreza, la defensa de los derechos sociales y la integración de los sectores excluidos.
Esta situación se suma a la presión creciente de las bandas narcocriminales en los barrios populares que, además de imponer un régimen de miedo a los vecinos y un futuro de muerte a los pibes y las pibas, han vuelto a enlutar nuestras organizaciones con atentados y asesinatos. Se sienten protegidas por las fuerzas de seguridad y envalentonadas por el discurso oficial que nos demoniza, habilitadas para atacarnos. Los movimientos populares somos enemigos del narcotráfico y la última barrera para enfrentarlo.
Exigimos la inmediata declaración de la emergencia en adicciones y el fortalecimiento de los dispositivos para la contención de personas que sufren esta problemática, en particular los niños, niñas y adolescentes. Asimismo, exigimos el esclarecimiento de los crímenes narcos y el fin de la complicidad policial y política.
También exigimos el avance de la ley contra la violencia de género presentada por las organizaciones sociales y el cese de la persecución violenta contra vendedores y vendedoras ambulantes, carreros y carreras, respetando el derecho a trabajar.
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Porque como seres humanos merecemos PAN, denunciamos el escándalo del hambre y la pobreza, escándalo agravado por la incorporación de cuatro millones de hermanos a las filas de los hambreados desde que asumió este gobierno. Un tercio de nuestro pueblo es pobre, uno de cada dos niños tiene problemas de alimentación, la inflación de este año supera el 40% y afecta principalmente los alimentos, las políticas alimentarias son claramente insuficientes y los miles de comedores que sostenemos en todo el país para intentar atender esta emergencia no dan abasto.
El aumento de la pobreza y el hambre no es una catástrofe natural, es el resultado a una política deliberada de ajuste, destrucción del mercado interno, protección de los monopolios y complicidad con los especuladores financieros. Todos los meses el Estado paga el equivalente a seis millones de jubilaciones mínimas en intereses de Leliq, más de seis millones de salarios mínimos por servicios de deuda. Cuando la deuda más urgente es con los pobres.
Exigimos la inmediata declaración de la emergencia alimentaria, la aprobación de la ley de góndolas, la aplicación de un programa urgente para reforzar las raciones en los comedores escolares y comunitarios, el abastecimiento de productos alimentarios básicos para los sectores populares a precios justos, el fortalecimiento de los mecanismos de abastecimiento popular como los nodos y ferias.
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Porque como trabajadores merecemos TRABAJO formal, digno y con derechos, denunciamos que sólo en el último año se han perdido más de 200 mil puestos de trabajo asalariado registrado del sector privado, que desde la asunción de Macri hemos sufrido una constante pérdida de puestos laborales y el salario real de trabajadores activos y pasivos, en particular el salario mínimo vital y móvil y las jubilaciones mínimas, ha perdido gran parte de su poder adquisitivo. También denunciamos la silenciosa precarización del trabajo que disfraza de autoempleo el fraude laboral a través de las grandes plataformas informáticas.
Exigimos el fin de los recortes en programas sociolaborales, bajas del salario social complementario y persecución a los trabajadores de la Economía Popular. Exigimos salario social complementario y seguridad social para los cinco millones de trabajadores de la Economía Popular. También exigimos el fin de los despidos, suspensiones, cierre de empresas, reducción de salarios y jubilaciones. Reivindicamos los convenios colectivos y los derechos laborales para el sector público y privado. Rechazamos cualquier reforma laboral que reduzca sus derechos. Exigimos la inclusión de la Economía Popular en el Consejo del Salario Mínimo, Vital y móvil.
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Porque todas nuestras familias merecemos un TECHO denunciamos el crecimiento de la exclusión urbana. Aunque pretendan negarlo con mentiras y represión, cada vez más gente duerme en la calle. Son la cara más cruel de una situación generalizada. Los alquileres son impagables, las tarifas están por las nubes, no se han realizado obras significativas de urbanización en el país y es prácticamente imposible comprar una vivienda. Los que lograron acceder a créditos UVA hoy están sufriendo las consecuencias de la inflación.
Reivindicamos la integración urbana de los barrios populares, el acceso a lotes con servicio para las familias sin techo, la regulación de los alquileres a favor de los siete millones de inquilinos, las políticas de integración de las personas en situación de calle, la moratoria para todos los que fueron engañados por el gobierno y hoy tienen deudas hipotecarias impagables.
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Porque todos los agricultores merecemos acceso a la TIERRA, denunciamos la creciente expulsión de campesinos, pequeños productores y pueblos originarios del campo argentino, la destrucción de los bosques y la biodiversidad, la extranjerización de la propiedad de la tierra, la fumigación sobre pequeños pueblos, la utilización constante de agrotóxicos contaminantes, y los privilegios inadmisibles para los grandes grupos agroexportadores en perjuicio de los chacareros, el campo pobre y el conjunto del pueblo argentino.
Reivindicamos la reforma agraria para que la tierra sea de quien la trabaja. Exigimos la inmediata regulación de la propiedad comunitaria y la entrega de los títulos a las más de 1500 comunidades originarias reconocidas, el relevamiento de las comunidades no reconocidas, la creación de cinturones verdes periurbanos, la regulación de los arrendamientos rurales, la entrega de créditos blandos para maquinaria rural, la compra estatal de los productos de agricultura familiar para el refuerzo de los comedores y la promoción del sector.
La convocatoria para el día 7 de agosto será a partir de las 8.30 hs. en Cuzco y Rivadavia.
La caminata tendrá dos paradas centrales: la primera en Plaza Flores, donde se unirán trabajadores textiles y de la vía pública; y en Plaza Miserere se sumará una nueva columna de trabajadores de la economía popular para luego ingresar al Congreso Nacional, donde se llevará adelante el acto de cierre de la jornada a las 13 hs.
Sabemos que estamos a pocos días de las elecciones. Por eso, esperamos que esta movilización sirva, una vez más, para que todas y todos los que aspiran a gobernar nuestro país escuchen el grito profundo y doloroso de los excluídos, que desde todos los rincones de la Patria claman por Paz, Pan, Tierra, Techo y Trabajo.