¿Bazofia Cultural?
“Quiero ser el primero en sentarme entre Alvarez y Borges”, señaló el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, mientras se acomodaba entre las figuras de Alberto Olmedo y Javier Portales. La flamate estatua «interactiva», que erigió el gobierno porteño en la esquina de Uruguay y Corrientes, representa aquel sketch de la década de los 80, donde los actores encarnaban la dupla Borges-Alvarez, que sentada en una sala de espera desarrollaba conversaciones fantásticas, muchas de ellas cargadas de alto grado de misoginia y grotesco.
Allí se quiere quedar el Jefe de Gobierno, entre esos dos personajes de parodia, y celebramos la idea. Tal vez Macri reconozca este sketch como una suerte de su formación cultural. Él fue uno de los tantos millones de argentinos que seguían la emisión ‘No toca botón’, dijo: “Fueron momentos de encuentro con amigos y familiares para ver la gran cantidad de personajes que Olmedo iba construyendo” , y agregó que el personaje de ‘Chiquito Reyes’ era su favorito.
Sin desmerecer a Olmedo y Portales, ni los gustos o la cultura particular del Jefe de Gobierno. Cabe señalar, que la calle Corrientes ostenta una inmensa lista de personajes entrañables, divertidos, y con rasgos culturales más virtuosos, quizá más útiles para la formación ciudadana, y que no necesitaron de la chabacanería, la misoginia y el grotesco para ser populares. Sin ir más lejos, Tita Merello, vivía a media cuadra de la esquina de Corrientes y Uruguay, sobre Corrientes, entre Uruguay y Talcahuano; Troilo, tocaba en la cuadra siguiente, en el cabaret Tibidavo, Lola Membrives se reunía con García Lorca en el café «El Telégrafo», que estaba en la esquina SE de Corrientes y Uruguay; el Circo Criollo de los Podestá actuaba en el teatro Politeama, que estaba por Corrientes, entre Uruguay y Paraná; Homero Manzi y Discepolín, hablaban de F.O.R.J.A. y cantaban «Cambalache» en una mesa del café «El Foro», que estaba en la esquina NE de Corrientes y Uruguay… Y eso por nombrar sólo a unos cuantos… Si hasta Gardel, que de chico vivía en Uruguay al 100, pasaba por esta esquina remontando un barrilete cuando iba a la escuela de Talcahuano y Viamonte.
Que corto es el límite, entre el recuerdo y el ridículo…
Alto grado de misoginia? Que queda para el miserable «Bailando por un sueño», entonces? Lo de Silvia Perez en ese sketch es más que naif, comparado con las señoritas desnudándose e insultándose con el jurado para llegar al máximo rating. No se puede ignorar que Olmedo fue un humorista de los grandes, con una picardía, carisma y don de la improvisación que muy pocos en su rubro lograron. No me parece mal el homenaje.
Faezdel: Me parece que Tinelli no redime a Sofovich. Por otra parte, Olmedo y Portales -más allá de sus «destrezas»- fueron títeres de Sofovich al servicio de la Dictadura Militar, como lo prueban el humor chabacano y vacío, y una serie de películas castrenses dedicadas a enaltecer el ejército y el «nazionalismo». Sofovich, el de las películas, también estuvo en la inauguración del monumento, a los abrazos con Macri. Un abrazo.