Hospital Borda. Tres años sin Justicia

Se cumple hoy el tercer aniversario de la de la arremetida de la Policía Metropolitana en el hospital psicoasistencial José Tiburcio Borda, del barrio de Barracas. El 26 de abril de 2013, a las 6 de la mañana se inició el operativo de demolición del Taller Protegido 19 por parte de operarios del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, custodiados por personal de Infantería de la Metropolitana. Tras lo cual sobrevino la represión policial: 40 trabajadores del hospital Borda heridos y 8 detenidos es el saldo de la avanzada Metropolitana, sobre los trabajadores que intentaron impedir el accionar de las topadoras.

Esta mañana, los empleados del Hospital Borda reclamaron la absolución de las seis personas procesadas tras esa la jornada ocurrida hace tres años, «conmemoramos un suceso trágico y dramático de hace tres años; ese 26 de abril entraron en la madrugada 400 policías de la Metropolitana y de la Guardia de Infantería, quienes produjeron un escenario de confrontación», dijo Gabriel Cavia, secretario general de la Asociación de Profesionales del Hospital Borda, al recordar el episodio que provocó alrededor de 90 heridos.

El médico planteó que lo que sucedió aquel día «fue una acción criminal planificada porque la represión se hace dentro de un protocolo, pero sin embargo la policía disparaba a la espalda de los pacientes, de los trabajadores y a los legisladores y periodistas».

El personal del Borda conmemoró la fecha durante un acto en las puertas del establecimiento, que contó con un fuerte apoyo de trabajadores de hospitales de la zona, como el Moyano y el Garrahan, entre otros centros; numerosas organizaciones gremiales y sociales, y legisladores porteños.

«Si hoy el hospital está funcionando es por la lucha de los trabajadores y porque hicimos un amparo que obligó al gobierno de la Ciudad a arreglar todo el hospital y a proveer los recursos humanos», señaló Cavia.

Con respecto a los procesos que se iniciaron sobre seis personas que estuvieron ese día, dijo que «hay que seguir la lucha contra los procesos, yo creo que finalmente van a quedar absueltos porque las cuestiones que se plantearon son ridículas», y añadió que el reclamo se centra en «no a la impunidad, absolución a los procesados».

«Por la defensa del hospital público», fue una de las consignas del acto, en la que coincidieron los manifestantes quienes indicaron que «ese fue el motivo por el que iniciaron los procesos que hoy van a juicio oral, sin fecha aún, mientras los responsables de la represión están absueltos», aseguró por su parte Daniel Catalano, secretario de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE Capital), uno de los procesados.

Los otros son Susana Bejarano, enfermera del Borda, Horacio Melnik de Talleres Protegidos, Cristina Díaz Além, enfermera de neonatología y delegada del Garrahan, Carina Maloberti del Senasa y la fotógrafa Belén Rebollo.

«Estamos próximos al juicio oral, preparándonos para defendernos en la justicia que lo que hizo fue atacar a los que defendíamos el hospital público y dejar sin responsabilidad a los autores materiales y políticos de la represión que hubo acá en el Borda hace 3 años», expresó Catalano.

El dirigente criticó la situación actual de la salud pública al destacar que «en estos 3 años hubo un retroceso en materia de políticas públicas, por eso recordamos hoy lo que sucedió acá en defensa del hospital público, frenando un negocio inmobiliario», dijo al referirse a la idea del gobierno porteño en ese momento de construir en los terrenos del neuropsiquiátrico y otros centros de salud un emprendimiento que implicaba la demolición de los establecimientos sanitarios.

A su vez, durante el acto hubo manifestaciones de crítica y repudio al entonces Jefe de Gobierno de la Ciudad, y actual presidente de la Nación, Mauricio Macri, a quien señalaron como «responsable de la represión de ese día porque era la autoridad máxima de la ciudad», agregó Cavia, quien resaltó que «se puede decir que un ataque a un hospital no se vio nunca en el mundo ni aún en tiempos de guerra porque los protocolos lo impiden».